Colombia, el país con las jornadas laborales más largas de América Latina según la OIT
Colombia lidera en América Latina con las semanas laborales más largas, superando el promedio global de 43,9 horas, según la OIT. Conoce los detalles del informe.
Noticias RCN
10:45 a. m.
Colombia destaca como uno de los países con jornadas laborales más extensas a nivel global, según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Mientras el promedio mundial se sitúa en 43,9 horas semanales, los colombianos superan este límite, posicionándose en el puesto 13 de los países con más horas trabajadas, y liderando la lista en América Latina.
Un panorama laboral exigente
Las jornadas laborales superiores a 48 horas semanales pueden considerarse excesivas, afectando el bienestar de los trabajadores. Aunque India encabeza la lista global con un promedio de 56 horas semanales, seguida por Bután (53,3 horas) y Bangladés (50,4 horas), Colombia no está lejos de los niveles críticos, dejando entrever la falta de equilibrio entre la vida laboral y personal.
En el ámbito latinoamericano, Guatemala y México también reportan jornadas prolongadas, con 45,3 y 45,2 horas semanales, respectivamente, quedando por encima del promedio global. Sin embargo, Colombia sobresale al ser el único país de la región en el top 15 mundial.
Un llamado al equilibrio
En contraste con países que buscan reducir la duración de la jornada laboral para priorizar el bienestar de sus empleados, Colombia mantiene una estructura rígida. Esto, sumado a las normas culturales y económicas, perpetúa largas horas de trabajo que afectan tanto la productividad como la salud mental y física de los empleados.
La OIT insta a los gobiernos y empresas a repensar sus modelos laborales, destacando los beneficios de una jornada más equilibrada que permita un desarrollo integral de los trabajadores. Para Colombia, esto representa un desafío urgente en un contexto donde la calidad de vida de los empleados está directamente relacionada con el tiempo que dedican al trabajo.
Colombia se enfrenta a la oportunidad de liderar un cambio que priorice el bienestar sin comprometer la competitividad económica.