Desmantelan red de explotación sexual en España que tenía cautivas a colombianas
La organización criminal que operaba principalmente en Málaga, tenía como blanco directo mujeres latinoamericanas, en su mayoría colombianas.
Noticias RCN
10:00 a. m.
La Policía Nacional de España desarticuló este 3 de julio una de las redes de explotación sexual más grandes y complejas del país, liberando a once mujeres y arrestando a veinticinco personas, de las cuales ocho ya fueron enviadas a prisión.
Según las autoridades, esta organización criminal, que operaba principalmente en Málaga, se dedicaba a la explotación de mujeres latinoamericanas.
En la investigación se descubrió que más de 500 víctimas, en su mayoría colombianas, eran sometidas a condiciones inhumanas y abusivas durante los meses que estuvieron cautivas.
Al parecer, la búsqueda de ellas comenzó gracias a tres denuncias anónimas a los canales de la Policía Española contra la trata de seres humanos, un sistema que fue diseñado para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia confidencial de estos delitos.
¿Cómo funcionaba la red de explotación sexual de España?
Según las autoridades, la red operaba de manera sofisticada y bien estructurada, pues mediante falsas ofertas de trabajo en centros estéticos ubicados en España, reclutaban a mujeres en situación de precariedad económica en sus países de origen, principalmente en Colombia.
Una vez en territorio español, las víctimas eran informadas de una deuda que supuestamente habían contraído por los gastos del viaje y la gestión del traslado y se les obligaba a ejercer la prostitución para saldarla.
Esta deuda, sin embargo, se incrementaba continuamente a través de sanciones y multas injustificadas, lo que atrapaba a las mujeres en una espiral de explotación sin fin.
¿Bajo qué condiciones trabajaban las víctimas?
Sin medir riesgos, las víctimas estaban obligadas a trabajar las 24 horas del día, siete días a la semana, sin importar si estaban menstruando o enfermas. Ante las peticiones de los clientes no podían a ningún servicio y debían trabajar sin protección, resultando en múltiples casos de enfermedades de transmisión sexual.
Para mantener un control absoluto sobre las mujeres, los criminales las vigilaban constantemente mediante cámaras instaladas en los apartamentos y solo les permitía salir dos horas al día con autorización previa. Estas condiciones deplorables ponía en grave riesgo la salud física y mental de las mujeres.
La organización también se dedicaba a distribuir sustancias estupefacientes
Además de la explotación sexual, la red obtenía beneficios ilícitos superiores a un millón y medio de euros anuales a través de la distribución de drogas en los apartamentos del prostíbulo.
Allí, las mujeres estaban obligadas a consumir y fomentar el uso de estas sustancias entre los clientes con el objetivo de prolongar los servicios y generar mayores ingresos. Este consumo forzado también derivaría en lesiones adicionales para las víctimas.
Finalmente, el operativo policial culminó con el cierre de cuatro apartamentos utilizados como prostíbulos y la realización de varios registros domiciliarios que resultaron en la incautación de 145.338 euros en efectivo y 1,2 kilos de cocaína.