"Es poco probable que hayan sobrevivido": ONU sobre los 2.000 sepultados por alud en Papúa Nueva Guinea
Al menos 2.000 personas quedaron sepultadas bajo los escombros del mortal deslizamiento de tierra que se registró en las últimas horas en una aldea situada en la ladera de una colina en la provincia de Enga.
AFP
10:57 p. m.
Tras el gigantesco alud de tierra que sepultó toda una aldea en la provincia de Enga y que dejó bajo los escombros a al menos 2.000 personas, el débil terreno ha dificultado a los organismos de socorro llegar a la zona y encontrar sobrevivientes, por lo que en medio de las operaciones de rescate, una agencia de la ONU aseguró que son mínimas las probabilidad de hallar personas con vida.
Es "muy poco probable" encontrar con vida a víctimas del mortal deslizamiento de tierra en Papúa Nueva Guinea, advirtió un representante de la agencia de la ONU para la infancia, Unicef, Niels Kraaiser.
Es muy poco probable que hayan sobrevivido.
Evacúan miles de personas de aldeas cercanas al lugar de la tragedia
Papúa Nueva Guinea comenzó a evacuar a unas 7.900 personas de poblados cercanos a un mortal deslizamiento de tierra ante el temor de nuevos aludes, anunció el martes una autoridad provincial.
Cada hora escuchas rocas quebrando, es como una bomba o un disparo y las rocas siguen cayendo.
Así describió la situación Sandis Tsaka, administrador provincial de Enga. Agregó que se espera la llegada de policías y militares para acordonar las zonas más peligrosas.
El pueblo de Yambali fue casi totalmente arrasado cuando una parte del monte Mungalo colapsó la madrugada del viernes y aplastó cientos de casas y las personas que dormían en su interior.
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Solo han recuperado cinco cuerpos tras mortal alud de tierra
El centro nacional de desastres de Papúa Nueva Guinea teme que más de 2.000 personas fueron sepultadas, aunque solo se han sacado de los escombros cinco cadáveres y la pierna de un sexto cuerpo.
Las tareas de socorro se han visto afectadas por lo remoto del sitio, ubicado en las accidentadas montañas del país, así como por los combates tribales que complican el paso por la carretera de acceso al lugar.
Tsaka dijo que los locales comenzaron a excavar con sus manos en busca de sus seres queridos.
El funcionario visitó el sitio en dos ocasiones y aseguró que fue "completamente devastado".
"Esta era una zona muy poblada con casas, negocios, iglesias y escuelas, y todo fue arrasado. Ahora es como la superficie de la Luna, solo hay rocas", agregó.
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