De investigador a investigado: policía a cargo de caso de Edwin Arrieta es señalado por corrupción
El policía es conocido como Big Joke, pero su nombre es Surachate Hakparn. Sus inmuebles fueron registrados por agentes del cuerpo de delitos informáticos.
Noticias RCN
07:34 p. m.
El asesinato de Edwin Arrieta y Daniel Sancho sigue generando controversia en Tailandia y en el mundo. Recientemente, se abrió un nuevo capítulo en esta historia, pero esta vez por cuenta de uno de los policías a cargo del proceso, que pasó de ser investigador a investigado.
Surachate Hakparn: de investigador a investigado
Este policía es conocido como Big Joke, pero su nombre real es Surachate Hakparn. Varios de sus inmuebles fueron registrados por agentes del cuerpo de delitos informáticos, pues se le señala por presunta corrupción, hechos que tendrían que ver con sobornos entregados por casas de apuestas online. Cabe mencionar que en este país está prohibido el juego desde hace más de un siglo.
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En la redada que hicieron las autoridades en Bangkok se habría intentado buscar pruebas de un presunto soborno de 140 millones de bath, que es la moneda local, por parte de una casa de apuestas. El uniformado responde que esto es un intento por desacreditarlo por los casos que ha asumido.
Aunque no hay órdenes de captura en su contra, sí las hay hacía 30 de sus subalternos que son señalados de cobrar sobornos a un magnate del juego ilegal.
El caso de Edwin Arrieta y Daniel Sancho
Este uniformado aterrizó en la isla de Phangan para encargarse del caso de Edwin Arrieta, cirujano colombiano que fue asesinado por Daniel Sancho, hijo de un reconocido actor español. Este homicidio le ha dado la vuelta al mundo porque fueron muchas las versiones que se manejaron durante su desarrollo.
Sancho confesó haber cometido el crimen y desde ese momento comenzaron a conocerse diferentes versiones sobre lo que habría ocurrido. Inicialmente, el español dijo que lo había hecho porque el colombiano lo acosaba y obligaba a sostener relaciones con él. Esta versión la niega su familia.
Entre tanto, sus allegados aseguran que era un hombre que amaba viajar y le encantaba conocer nuevas personas. Lamentan que en una de estas aventuras haya encontrado la muerte y piden que se haga justicia.
Por su parte, la Policía local asegura que hay suficientes pruebas para condenarlo porque, según lo investigado, la muerte de Arrieta no fue un accidente porque hubo preparación. “Tenemos suficientes pruebas para que un tribunal lo condene. Esto no fue un accidente, quería matarlo porque hubo una compra de cuchillos y un hacha”, dijo el subdirector de la policía tailandesa, Surachate Hakparn.