El Papa Francisco nombra a la primera mujer al frente de un "ministerio" en el Vaticano
Su nombramiento marca un hecho histórico en una institución de más de dos milenios.
AFP
06:05 a. m.
Por primera vez en la historia de la Iglesia católica, una mujer dirigirá un "ministerio" del Vaticano. El papa Francisco designó a Simona Brambilla, de 59 años, como prefecta del Dicasterio para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, el órgano encargado de supervisar órdenes y congregaciones religiosas.
Brambilla, italiana y exsuperiora general de las Misioneras de la Consolata, ya ocupaba el cargo de número dos de este dicasterio desde 2023. Su nombramiento marca un hecho histórico en una institución de más de dos milenios.
Un paso más hacia la inclusión de las mujeres en la Iglesia
Desde su elección en 2013, el papa Francisco ha incrementado el número de mujeres en roles clave dentro del Vaticano. Según datos de Vatican News, entre 2013 y 2023, la participación femenina en la administración del Vaticano pasó de 19,2% a 23,4%.
En años anteriores, el pontífice nombró a Barbara Jatta como directora de los Museos Vaticanos y a sor Raffaella Petrini como secretaria general de la Gobernación del Vaticano, cargos tradicionalmente reservados a hombres.
Sin embargo, el tema de la visibilidad de las mujeres en la Iglesia sigue siendo motivo de debate. El último Sínodo, celebrado a finales de 2024, reconoció que las mujeres aún enfrentan barreras para obtener mayor protagonismo en la estructura de la Iglesia, a pesar de su papel fundamental en las comunidades parroquiales alrededor del mundo.
El futuro de las mujeres en la Iglesia
La ordenación de mujeres sigue siendo una cuestión sin resolver, debido a las tensiones con sectores más conservadores de la Iglesia. No obstante, el nombramiento de Simona Brambilla representa un paso significativo hacia una mayor inclusión de las mujeres en el gobierno eclesiástico.
Este histórico movimiento reafirma la intención del papa Francisco de impulsar reformas dentro de la Iglesia católica, aunque los retos hacia la equidad de género en su estructura aún persisten.