De la coca al cacao: Vichada lucha para liberarse de la coca
El mejor ejemplo de que la sustitución de cultivos es una realidad se vive en Cumaribo, Vichada. Después de ser una de las zonas con más coca en el mundo pasó a tener solo 245 hectáreas.
Noticias RCN
11:04 p. m.
Se firmó con las comunidades indígenas el plan ‘Hecho a la medida’ con el que esas comunidades se comprometen a erradicar los cultivos ilícitos restantes y a cambio, la Consejería para la Estabilización de la Presidencia de la República apoya proyectos productivos e inversión en programas sociales.
Bajo la inmensa selva del departamento del Vichada, está Guérima. Pocos recuerdan cómo nació o como creció hasta convertirse en un pueblo potentado de escasas ocho manzanas. Nunca tuvo pavimento, pero si pista de aterrizaje; la que les hizo Carlos Lheder cuando convirtió a sus habitantes en los mayores productores de coca del país.
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Ahí todo tiempo pasado no fue mejor. Lo reconoce Jhonatan Pardo, un antiguo raspachín. “Antes solo teníamos un trabajo ilícito y vivíamos con miedo en las fincas”, relata.
Esos tiempos donde lo único que tenían cerca era la ilegalidad se fueron de raíz, como las casi 5.000 hectáreas de coca que llegaron a sembrar. Hace ocho años le hicieron caso a una propuesta de la Fuerza Aérea y pasaron de la coca al cacao. Ese día la tierra se abrió en dos y les mostró lo mejor de sus entrañas.
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Isidro Montiel, uno de los líderes del proyecto, que vivió durante años del cultivo de coca, reconoce que no echan de menos esos días donde mandaba el dinero de la coca. Ahora tienen conocimientos y cada uno es el gerente de su propio proyecto.
Los frutos del nuevo proceso son palpables: cada tres meses el suelo da más de 4.000 kilos de cacao que son comprados por la multinacional Casa Luker, en Bogotá. Así como la tierra, cocaleros y raspachines también cambiaron de manera natural.
Lo de Guérima es la piedra sobre la que se edificó el llamado PNIS, el Plan Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos, una apuesta por la paz que ya apadrina a 826 familias de la zona y que ahora también logró convencer a los resguardos campesinos sobre la importancia de sustituir las 245 hectáreas de coca existentes en su territorito.
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Si el ritmo del cacao no se detiene, pronto la coca en esta zona tan solo será un recuerdo marchito.
Alejandro Callejas - NoticiasRCN.com