El feminicidio de Daniela Quiñónez, una historia que se repite en Colombia

Cerca de 104 asesinatos de mujeres, se han presentado durante la cuarentena, según el Observatorio de Feminicidios en Colombia. La última semana fue particularmente dolorosa en esta materia y uno de los casos que se presentó fue el de la joven Daniela Quiñónez en el departamento de Caldas. En noticias RCN reconstruimos esta dolorosa historia.     

Daniela Alexandra Quiñónez Pimienta, una estudiante de octavo semestre de administración de empresas fue una víctima más de feminicidio en el país.

La historia comienza en Marmato, Caldas, conocido como el pesebre de oro de Colombia, tierra de minas. Hasta allí, llegó la mamá de Daniela para hacer negocios. Comenzó con una droguería, mientras tanto, la joven estudiaba en Medellín.

Llegó el coronavirus al país y ella, sin pensarlo, se trasladó al municipio para acompañar a su madre, viaje que quizá nunca debió haber hecho.

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El sábado 13 de junio Daniela decidió ir con un grupo de amigos a un cumpleaños; Ángela, su mamá, le dio el permiso, sin saber que iba a ser el último contacto con su hija.

“La última vez que hablé con Daniela fue la noche del sábado a eso de las 10:20 p.m. mi hija me dijo que si la dejaba ir a una fiesta a un cumpleaños que iban que estaban haciendo en 'El Llano', ahí en Marmato”, manifestó Ángela.

En la madrugada, según testigos, Ángela quería regresar a casa, un conocido del pueblo se ofreció a llevarla.

Varios señalamientos de otros individuos que estuvieron en esa fiesta decían que un joven llamado Santiago era la última persona con la que habían visto a Daniela en esa fiesta. Pero ninguno de los dos aparecía.

“Yo empecé a escribirle por la mañana a las 5:00 p.m. mi hija no me contestaba y empecé a llamar a llamar no me contestaba”, expresó Ángela.

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La Sijin de la Policía ubicó a Santiago, pero él estaba solo. Según el joven, cuando estaban ingresando al municipio habían tenido un percance con la motocicleta, pues supuestamente se cayeron y Daniela quedó en el sitio del percance, mientras que él había seguido la marcha hacia su lugar de residencia.

Pero algo no coincidía con la versión de Santiago, un médico precisó que esas heridas que tenía Daniela no eran de laceraciones como lo manifestaba del accidente de una motocicleta, sino que probablemente podrían ser heridas causadas por otro tipo de elementos.

Dos días después confirmaron lo que nadie quería escuchar, pero lo que todos sospechaban.

El cuerpo de Daniela tenía señales de asfixia y tortura, había sido despojada de su ropa y luego arrojada al Río Cauca.

Santiago García Zamora, de 33 años se entregó a las autoridades, pero no aceptó los cargos imputados por la Fiscalía como autor a título de dolo del delito de feminicidio agravado.

Su familia y amigos desconocen las razones por las que Zamora habría cometido el feminicidio. En su nombre, seguirán luchando por los derechos de las mujeres.