Señora alcaldesa: ¡Transmilenio está en riesgo!
En las últimas semanas hemos visto cómo la situación de inseguridad en Transmilenio ha aumentado desmedidamente y como sus usuarios la tienen que soportar.
08:00 a. m.
La historia de Transmilenio inicia el 18 de diciembre del año 2000, en ese día se inauguraron los primeros viajes y desde ese día hasta hoy, los buses rojos nos han acompañando en Bogotá. Transmilenio se ha convertido en el principal sistema de transporte de la capital, hoy se movilizan cerca de 5 millones de colombianos diarios, permitiéndoles llegar a sus sitios de trabajo, estudio y entretenimiento.
En las últimas semanas, hemos visto en varios medios de comunicación y en la redes sociales, cómo la situación de inseguridad en Transmilenio ha aumentado desmedidamente y como sus usuarios la tienen que soportar.
Solo el año pasado, el hurto aumentó un 135% respecto al año 2021, el vandalismo a los buses y estaciones incrementó un 70% y la agresión a los trabajadores subió un 65%.
Estos hechos, tristemente se han vuelto paisaje diario y no se han visto reacciones contundentes por parte de la Alcaldía. Todo lo contrario, la administración aduciendo falta de recursos, tomó la decisión de terminar los contratos de seguridad privada, dejando desprotegidos a los usuarios que día a día ponen en riesgo su vida al montar en Transmilenio.
Pero este problema de seguridad no es el único que tiene el sistema, como consecuencia del abandono y la falta de vigilancia en las estaciones, la evasión en el sistema paso del 15% a cerca del 33%, lo que está generando pérdidas aproximadas de 8.360 millones de pesos semanales.
Ante esto, su Alcaldía poco ha hecho. Como respuesta en los últimos meses, publicaron como gran noticia, la adquisición e instalación de puertas anticolados, pero cuando uno revisa las cifras de evasión, esa es la menor, según un estudio realizado en el 2021, la evasión por las puertas representa el 4.1%, por los torniquetes de acceso el 15.1% y por el ingreso de discapacitados, evaden el 10.4%.
Junto a este problema que desangra día a día el sistema, se suma el de la elusión, una práctica un poco más sofisticada y que requiere de organizaciones que adquieren pasajes subsidiados, para vender los ingresos en las estaciones, dinero que claramente no ingresa al Distrito y abre cada día más el hueco.
Señora alcaldesa, estos problemas que tienen hoy en riesgo a Transmilenio y que le representan pérdidas cercanas a medio billón de pesos al año, no se solucionan con la simple instalación de puertas anticolados.
Se solucionan con verdadera voluntad política, usted en su escritorio debe tener varias alternativas, entre esas replicar los torniquetes techo/piso que tienen distintos sistemas de transporte en el mundo, hacer uso de herramientas tecnológicas que reconozcan facialmente al usuario de las tarjetas y solo le den ingreso a esa persona, vuelva a revivir la seguridad privada y de esa forma genérele confianza y amor al usuario por el sistema. Todos sabemos que usted no ha sido gran amiga de Transmilenio y que en su campaña lo desprestigió y atacó de manera irresponsable y hoy eso le está pasando una factura muy grande como alcaldesa.
Pero esa gran factura, de manera injusta también la estamos asumiendo los bogotanos y eso no debe ser así.
Señora Alcaldesa, hoy tristemente Transmilenio está atravesando una crisis que podría poner en riesgo la viabilidad de transportar a más de 5 millones de usuarios y es por eso que su administración le tiene que poner el ojo y empezar a trabajar este último año, en soluciones para evitar semejante desastre.
Bogotá, no puede quedarse sin Transmilenio, no existen alternativas para reemplazarlo, el Metro, cada día está más lejos por el capricho del Presidente Petro y la complacencia de usted.
Bogotá, no puede seguir gobernada por personalismos que imponen su ideología. En Bogotá, lo que se debe imponer son las necesidades de los ciudadanos y sus soluciones. Señora alcaldesa, en Bogotá debemos pensar en la gente y en este caso, en los usuarios de Transmilenio.
@camilorubianobe