¿Cómo afecta el estrés en la piel? Estas son las impactantes consecuencias
De acuerdo con estudios de dermatología, el estrés puede afectar negativamente la salud de la piel.
Noticias RCN
12:01 a. m.
La relación entre el estrés y los problemas de la piel es un tema que ha sido objeto de investigación en la dermatología durante décadas. El estrés, entendido como una respuesta física y emocional del organismo frente a situaciones percibidas como amenazantes o desafiantes, puede tener un impacto significativo en la salud de la piel.
¿Cómo afecta el estrés en la piel?
El estrés crónico desencadena una cascada de eventos fisiológicos en el cuerpo, entre ellos, la liberación de hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina. Estas hormonas pueden desencadenar una respuesta inflamatoria en todo el cuerpo, incluida la piel. La inflamación crónica puede exacerbar o desencadenar una variedad de afecciones cutáneas, como el acné, la psoriasis, la dermatitis atópica y el eczema.
El acné, una de las afecciones cutáneas más comunes, se ve especialmente afectado por el estrés. El estrés aumenta la producción de sebo en la piel, lo que puede obstruir los poros y provocar brotes de acné. Además, el estrés puede empeorar la inflamación asociada con el acné, lo que lleva a lesiones cutáneas más graves y persistentes.
La psoriasis es otra afección cutánea inflamatoria que puede verse exacerbada por el estrés. Se ha demostrado que el estrés emocional desencadena brotes de psoriasis en muchas personas que padecen esta afección. El estrés puede afectar el sistema inmunológico, desencadenando una respuesta inflamatoria que provoca la aparición de placas rojas y escamosas en la piel.
La dermatitis atópica, también conocida como eccema, es una afección cutánea crónica que se caracteriza por la sequedad, el enrojecimiento y la picazón intensa de la piel. El estrés puede desencadenar brotes de eccema o empeorar los síntomas existentes al aumentar la inflamación y la sensibilidad de la piel.
Lea además: ¿Perros como terapeutas? El Impacto del contacto animal en la salud mental infantil
Problemas de la piel relacionados con el estrés
Además de desencadenar o exacerbar problemas de la piel, el estrés también puede conducir a comportamientos que dañan la piel, como rascarse, pellizcar o frotar la piel en respuesta a la ansiedad o la preocupación. Estos comportamientos pueden empeorar las afecciones cutáneas existentes y causar lesiones cutáneas adicionales.
Para abordar eficazmente los problemas de la piel relacionados con el estrés, es importante adoptar un enfoque integral que aborde tanto los aspectos físicos como emocionales. Esto puede incluir técnicas de manejo del estrés como la meditación, la respiración profunda, el ejercicio regular y la terapia cognitivo-conductual. Además, es importante mantener una rutina de cuidado de la piel adecuada y seguir las recomendaciones del dermatólogo para controlar las afecciones cutáneas existentes.
En conclusión, la relación entre el estrés y los problemas de la piel es compleja y multifacética. Al comprender esta relación y tomar medidas para reducir el estrés y cuidar la piel, es posible mejorar significativamente la salud cutánea y el bienestar general.