¿Cuántas bebidas diarias y semanales indican que alguien podría ser alcohólico?
El consumo excesivo de alcohol es una preocupación creciente y conocer los límites puede marcar la diferencia. Conozca los riesgos de desarrollar esta adicción.
Noticias RCN
06:57 a. m.
El consumo excesivo de alcohol es una preocupación creciente para la salud pública, y los expertos han establecido pautas claras para ayudar a identificar cuándo una persona podría estar en riesgo de desarrollar una adicción.
Según las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el límite para evitar problemas relacionados con el alcohol no es un tema trivial.
¿De cuánto debe ser el consumo diario de alcohol para que una persona sea considerada alcohólica?
La OMS advierte que un consumo diario que supere las 5 a 6 unidades de alcohol puede ser indicativo de un riesgo significativo. Para poner esto en perspectiva, es importante saber cuánta cantidad de alcohol hay en diferentes bebidas.
Una unidad de alcohol equivale a aproximadamente 10 gramos de alcohol puro, lo cual es aproximadamente una cerveza de 330 ml (con 5% de alcohol), una copa de vino de 100 ml (con 12% a 15% de alcohol), o un trago de licor fuerte de 30 ml (con 45% de alcohol).
¿Cuál es el límite semanal de consumo para evitar el diagnóstico de alcoholismo?
En términos de consumo semanal, las recomendaciones sugieren que las mujeres que beben 8 o más bebidas alcohólicas a la semana y los hombres que exceden las 15 copas semanales están en riesgo de desarrollar problemas relacionados con el alcohol.
Esta diferenciación de género se debe a las diferencias en la metabolización del alcohol y su impacto en el organismo.
El consumo excesivo no solo se mide por la cantidad de alcohol ingerido, sino también por los efectos que tiene en la vida diaria de una persona. La adicción al alcohol puede manifestarse en diversos aspectos del comportamiento y la salud.
Los síntomas de dependencia incluyen un deseo compulsivo de beber, pérdida de control sobre el consumo, y la necesidad de ingerir mayores cantidades para obtener el mismo efecto.
Además de los efectos psicológicos y de comportamiento, el alcoholismo puede llevar a graves consecuencias físicas. Entre ellas se encuentran enfermedades hepáticas, trastornos digestivos como la pancreatitis y gastritis, problemas cardiovasculares, y daños neurológicos que afectan la memoria y la cognición.
También se observan trastornos de salud mental como la depresión y la ansiedad, y problemas de comportamiento, incluyendo agresividad y conflictos interpersonales.
Dado el impacto potencialmente devastador del alcoholismo, es crucial abordar el consumo de manera consciente y buscar ayuda profesional si se detectan patrones problemáticos. La intervención temprana y el apoyo adecuado pueden marcar una gran diferencia en la vida de quienes luchan contra esta enfermedad.