¿Qué tan importante es la actividad física en la infancia? Conozca su impacto en la salud a largo plazo
La actividad física se recomienda en todas las edades, sin embargo, estudios comprueban qué tan importante es hacerlo durante la niñez.
Noticias RCN
05:59 p. m.
La práctica regular de ejercicio durante la infancia no solo es esencial para el desarrollo físico, sino que también juega un papel fundamental en el bienestar emocional y cognitivo de los niños.
Varios estudios han demostrado que la actividad física regular en edades tempranas contribuye al desarrollo de habilidades motoras, fortalece los huesos y los músculos, y mejora la coordinación y el equilibrio. Además, el ejercicio ayuda a prevenir la obesidad infantil, un problema creciente a nivel mundial que puede llevar a una serie de complicaciones de salud a lo largo de la vida.
El ejercicio en la infancia: más que una actividad física
Según un estudio publicado en la revista Pediatrics, los niños que participan en actividades físicas regulares tienen un menor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, hipertensión y problemas cardíacos en la edad adulta. Además, el ejercicio durante la infancia puede mejorar la función inmunológica, haciendo que los niños sean menos propensos a enfermarse.
Los expertos recomiendan al menos una hora de actividad física moderada a intensa por día para los niños, lo cual incluye actividades como correr, nadar, andar en bicicleta, o participar en deportes organizados.
Impacto positivo en la salud mental y el rendimiento académico
El ejercicio no solo beneficia el cuerpo, sino también la mente de los niños. La actividad física regular ha sido vinculada con una mejor salud mental, ayudando a reducir los síntomas de ansiedad y depresión. Un estudio realizado por la Universidad de Illinois reveló que los niños que son físicamente activos muestran un mejor rendimiento académico y una mayor capacidad de concentración en comparación con aquellos que llevan un estilo de vida sedentario.
Además, la participación en deportes de equipo o actividades grupales puede mejorar las habilidades sociales de los niños, fomentando valores como la cooperación, el trabajo en equipo y la disciplina. Estos factores no solo contribuyen al desarrollo personal, sino que también tienen un impacto positivo en la autoestima y el autoconcepto de los niños, preparándolos mejor para enfrentar los desafíos de la vida.