Administración de edificio en Cartagena pidió a residentes irse de apartamento por tener 'sexo ruidoso'

Un particular caso fue expuesto en los últimos días a través de medios locales de la ciudad de Cartagena, donde una mujer, que prefirió no revelar su identidad, advirtió que, tras pocos días de haberse mudado a su nuevo apartamento, ubicado en un exclusivo sector de la ciudad, la administración del conjunto residencial le solicitó, a ella y a su pareja, que se fueran del edificio, advirtiendo que algunos vecinos estaban incómodos por su presencia, afirmando que la pareja era “muy ruidosa” cuando sostenía relaciones íntimas, lo que había despertado varias quejas por parte de los vecinos.

La mujer advirtió que la polémica, por la que se siente vulnerada en su intimidad, comenzó a los pocos días de haber tomado el apartamento en arriendo, cuando, durante una vista, incluso previa a haber llevado el trasteo, decidió pasar la noche con su pareja en el lugar, oportunidad en la que sostuvieron una relación intima que fue interrumpida por un llamado al citófono, en el que el celador les advertía que una vecina había llamado a quejarse de los gemidos.

Lea además: Hombre en Estados Unidos denuncia inesperada secuela del covid: su pene se redujo 4 centímetros

La residente señalada admite que el llamado de atención le resultó incómodo, y que incluso su pareja había reclamado aireadamente al celador por ello, no obstante, posteriormente le había pedido excusas, reconociendo que era parte de su trabajo.

Aunque la mujer admite haberse sentido molesta, advierte que nunca había sido objeto de un reclamo similar en otros lugares donde ha habitado, afirmando que quizá existía eco en el apartamento al estar desocupado, lo que pudo haber hecho que el sonido fuere más perceptible.

No obstante, la molestia de la mujer se maximizó cuando, días posteriores al altercado con el celador, la administradora del edificio llegó hasta su apartamento para realizar la observación de forma personal, advirtiendo que esta no acudió sola, sino que “llevó testigos”, lo cual, según la residente señalada, es una clara afrenta a su intimidad, y fue percibida como una suerte de humillación pública.

Sobre el particular, la denunciante dijo que, la persona de servicios generales del edificio, quien acompañaba a la administradora, no tenía por qué estar presente ante una exposición pública de ese calibre.

Le puede interesar: Restaurante hace comer a sus clientes en 'cárcel' para ayudar a los detenidos

El caso se convirtió en chisme: 

Un tercer hecho denunciado por la pareja, apunta a que la conducta por la que es señalada no está descrita en el manual de convivencia del edificio, el cual, incluso, no había sido dado a conocer a los nuevos arrendatarios.

No obstante, advierten que, por el contrario, su intimidad si había sido vulnerada, cuando la vecina que interpuso la queja inicial, había decidido ir más allá, y convertir en chisme su queja por los gemidos, e incluso, la había masificado al interior de la copropiedad, a través de un audio que captó de los supuestos ruidos y sonidos emitidos por la pareja.

Más información: Diez consejos para mejorar su vida sexual en el nuevo año según la Harvard Medical School

Sobre el particular,  la pareja denunciante advierte que, la vecina podría haber recogido esos sonidos si adelantó un acto de espionaje a sus nuevos inquilinos, denunciando incluso que, es una vulneración a su intimidad, el simple hecho de haberlos divulgado.

La residente advirtió, en declaraciones recogidas por medios locales que “no me pueden hacer sentir culpable por disfrutar de mi sexualidad".

¿Qué dice la administración del edificio?

A su turno, en declaraciones entregadas a medios nacionales, la administradora del edificio en cuestión, denominado Géminis, en el sector de Cielo Mar, quien se identificó como Viviana Navarro, afirmó que sus reclamos, hasta el momento, se han fundamentado a un llamado a controlar sus expresiones intimas, advirtiendo que estas han incomodado a otros residentes, quienes incluso han manifestado sentirse molestos al escuchar los gemidos.

Navarro además advirtió que el hecho descrito por la vecina que denunció es una vulneración a la tranquilidad, y argumentó que, en el edificio también habitan niños.

Lea además: “Yo lo que hice fue intentar ayudarlo”: influencer que grabó video del ‘Hombre Caimán’

No obstante, la pareja advirtió que se ha sentido juzgada por la administración, pues Navarro les han sugerido que, pese a llevar solo 7 días en la copropiedad, deberían buscar otro apartamento para mudarse; llamado al que harían caso omiso, advirtiendo que ya han pagado meses de arriendo por adelantado, además que no planean privarse de su intimidad, ni de la vista del apartamento tomado en arriendo, por quejas de los vecinos. 

Sobre la actuación de la Administración, los señalados afirman que existen irregularidades, afirmando que el caso debería ser estudiado por el consejo de administración o convivencia de la copropiedad, advirtiendo que esto debió ocurrir, incluso antes del llamado de atención público realizado por la administradora. 

“Lo que hizo la administración es un escarnio público sin un proceso previo legal de copropiedad, eso viola el debido proceso y es una violación de la dignidad humana y el buen nombre de la persona, y se trata de derechos fundamentales”, afirmó al periódico El Tiempo el abogado de la pareja.  

Lea más: Ponen clavo en la cabeza de una embarazada para garantizar el nacimiento de un niño