Versiones en caso de Mauricio Ospina, asesinado entre sus amigos del colegio en Bogotá, no coinciden
Las versiones de los jóvenes que vieron por última vez con vida a Mauricio, irían en contravía del dictamen de Medicina Legal.
María Fernanda Correa
03:10 a. m.
Pronto se cumplirá un año de la muerte de Mauricio y cada uno de estos días su mamá le ha pedido, que desde donde que se encuentre, le envíe una señal que permita descubrir lo que ocurrió.
Quienes estaban con él, en una de las versiones, indicaron que lo hicieron por una orden que viajó desde muy lejos.
“Estábamos jugando a la 'tabla ouija' y algo nos habló que teníamos que matarlo y lo matamos”. Así aparece en una de las más de 300 páginas que reposa en el expediente conocido por Noticias RCN. La declaración fue fugaz, pronto la culpa pasó de espíritus inmateriales a pequeñas tabletas de LSD: “pensamos que sería bueno consumir LSD” (…) “A mí me dio como alucinaciones de colores, vi pelos del gato moverse. No sé qué pasó, estaba inconsciente, cuando me desperté estaba en el hospital”.
“Mi hijo no era un drogadicto”, dijo la mamá de Mauricio.
Si según sus amigos y su mamá no era un consumidor de ácidos, ¿qué fue lo que ocurrió esa noche?
Claudia recuerda que ese día su hijo salió en bicicleta, era parte de la rutina que ahora ella intenta rehacer; llegó hasta una casa y una cámara de seguridad registro cuando Mauricio entró al lugar con uno de sus compañeros de clase. Las versiones son diferentes, uno le dijo a la Fiscalía que iban a jugar billar y los otros declararon que lo invitaron porque él sabía quién podría venderles drogas.
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A las 11 de la noche de ese 12 de abril se conoció un video en la sala de la casa, la última imagen de él con vida. Está conectado en su celular y no parece estar bajo los efectos de ninguna droga. Quien grabó el video tenía en su poder una dosis de lo que al parecer sería LSD y así narró a las autoridades lo que sucedió después y que justifica lo que habría pasado entre las 11:00 p. m. y la 1 de la mañana.
"Pusimos tecno house, indicamos que nadie fuera a tocar al otro, como quien dice que nadie fuera a salir con nada raro. Comencé a ver figuras y olores más vivos. Mauricio empezó a hablar más fuerte, más agresivo, Marco y yo lo tratamos de calmar, que no se fuera a malviajar".
Mauricio gritaba muy fuerte, se quitó toda la ropa menos las medias, yo también tenía alucinaciones por los ácidos, pero trataba de conservar mi consciencia, veo a Mauricio tendido en el piso con un temblor excesivo.
El ruido era tal que, pasada la 1 de la mañana, los vecinos empezaron a asomarse por las ventanas, una llamada alertó a la Policía, que llegó al lugar para atender una riña.
La escena del crimen
Los primeros uniformados en entrar encontraron a Mauricio sin vida en la sala de la casa de su compañero de curso. Entre la incertidumbre y el dolor, la hermana mayor de Mauricio, Mariana, increpó a uno de los que vivía en ese lugar.
Mariana: "Empecé a preguntar que había pasado, me dijeron que unos estaban golpeándose con otros, que el hermano de él había roto una ventana y que se quería salir por ella y que estaba cortado, también me dijo que mi hermano estaba desnudo, que los otros estaban locos".
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Aunque el reporte policial asegura que los otros menores estaban agresivos, los videos de cámaras de seguridad de esa cuadra del barrio Dindalito, en el sur de Bogotá, registraron cuando ellos salieron de la casa caminando por sus propios medios, a lo que el psiquiatra Andrés Jaramillo aseguró: "En una alta dosis de LSD hay torpeza, torpeza psicomotora, psicológicamente son torpes porque intervienen sus habilidades motrices, entonces son personas que se tropiezan fácilmente, que no tienen un buen y adecuado movimiento de sus manos y obviamente psicológicamente están descoordinados".
A la fiscalía le dijeron que no recordaban nada.
Nos llevaron al hospital de Kennedy, yo tenía alucinaciones mientras hacía como el intento de quitarme las esposas
Otro aseguró que recuerda que fue la misma víctima quien se acostó en el piso y convulsionó, su segunda declaración contradice el primer testimonio.
No me acuerdo de nada, no jugamos con ninguna tabla ni lo maté o por lo menos no lo recuerdo
Misteriosamente, hay cosas que dicen recordar.
Yo creo que mi compañero murió de sobredosis. Todos consumimos un cuadro de LSD, pero él consumió un cuadro y medio, tal vez fue eso
¿Si es cierto que consumieron LSD, por qué los informes médicos no lo registran? Según el experto Jaramillo, esta droga debía aparecer en los resultados toxicológicos, pues “es imposible, la molécula del LSD es altamente tóxica, puede demorar hasta 6 meses en el organismo”.
Pero hay otra cosa en contra de su versión, la justicia no ha tenido en cuenta que el cuerpo tiene 21 golpes contundentes y su mamá relata su dolorosa versión.
Fue horrible, él tenía un ojito casi destruido. El otro también, golpes por todos lados, tenía marcas en la cara, tenía la boca reventada, el cuello lo tenía aruñado
¿Una sobredosis y un alto estado de excitación podría haber llevado a Mauricio a golpearse?