Asociación de mujeres en Medina, Cundinamarca, lidera iniciativa contra la violencia de género
Un grupo de mujeres ha formado una asociación para combatir la violencia de género y fomentar el desarrollo personal y económico de sus integrantes.
La violencia contra las mujeres sigue siendo una realidad en muchas comunidades, pero hay quienes están decididas a cambiar esta historia. En Medina, Cundinamarca, un grupo de mujeres ha encontrado en la unión y el aprendizaje una manera de salir adelante.
Con el liderazgo de Nury Garzón, una mujer que al ser testigo de la violencia de género decidió iniciar el camino del cambio creando una asociación que les brinda herramientas para su empoderamiento.
“Una mujer que normalizó todo tipo de violencia, normalizaba la violencia física, psicológica, económica. Normalizamos la violencia nosotros las mujeres, que lo hacemos por nuestros hijos, un contexto familiar ante una sociedad. Tratamos de darle a largas y no salir de un ciclo de violencia en ese entorno donde vivimos”, relató Nury Garzón, asociación de Empoderamiento y Liderazgo.
De ahí nació la Asociación de Empoderamiento y Liderazgo de las Mujeres para trabajar en el empoderamiento femenino a través de formación, apoyo psicológico y asesoría legal.
“Empezamos con nuestras mujeres a desarrollar en ellas la identificación, su autorreconocimiento, ese sentir que les permite hacer ellas e identificar el potencial que hay en nosotras las mujeres”.
La asociación, que cuenta con el apoyo de otras líderes, se fortalece además con los voluntariados.
“Hemos podido lograr que las mujeres se sientan más seguras, más empoderadas, sientan menos miedo y evitar menos riesgos de violencia en sus hogares”, señaló Zenaida Prieto, líder social de Medina, Cundinamarca.
La asociación además de una red de apoyo ofrece capacitaciones
El objetivo es que ninguna mujer se sienta sola, que todas tengan acceso a una red de apoyo y puedan desarrollarse en igualdad de condiciones.
Y es que además de orientación, este grupo ofrece capacitación en diferentes oficios, todo para que cada una de ellas descubra su potencial y logre una independencia económica.
Más que un programa, esta es una red de apoyo que transforma vidas, un espacio donde las mujeres aprenden, se fortalecen y sobre todo descubren que no están solas.
“Abrimos estos espacios para que no callemos, para que erradiquemos, minimicemos todo el tipo de violencia en nuestros hogares y en nuestra vida”, puntualiza Nury.
Con la asociación aún queda mucho por trabajar y lograr, como la creación de un hogar de paso para mujeres de las zonas rurales víctimas de la violencia.