Así fue la vez que el papa Francisco visitó Colombia en 2017
Quienes lo vieron, aseguran que por esos días Francisco realmente era el enviado de Dios a Colombia.
Noticias RCN
04:42 a. m.
La historia del viaje del papa Francisco a Colombia empezó el 6 de septiembre de 2017 a las 10:50 de la mañana, hora de Roma, cuando un vuelo de Italia bautizado como ‘Pastor uno’, despegó hacia el otro lado del Atlántico con el papa a bordo y sin mayores protocolos.
Una vez en la base militar de Catam, en Bogotá, escuchó a Emmanuel, hijo de Clara Rojas, uno de los rostros del secuestro y la violencia por cuenta de las Farc.
Por la calle 26, rumbo a la Nunciatura Apostólica, la fe se convirtió en multitud hasta llegar a la sede del Estado Vaticano. Allí, con la mirada de quien descubre un mundo nuevo, estuvo atento a los jóvenes del Idipron, exhabitantes de calle, que le regalaron una ruana y le hablaron de cuánto pesa el olvido.
El papa Francisco y sus mensajes sobre la paz de Colombia
El segundo día, que empezó en la Casa de Nariño, fue tan largo como intenso. En Palacio valoró los esfuerzos por alcanzar la paz y nos enseñó el camino de la verdadera reconciliación.
Allí habló y pidió escuchar a los pobres y le dedicó unos minutos a la virgen de Chiquinquirá en la Catedral Primada. Luego habló a más de 22.000 jóvenes a los que les recordó lo triste de una vida en la que no se pueda soñar.
En el Parque Simón Bolívar, el incansable pastor de almas convocó a un millón 300 mil personas.
Esa fue la hora de una corta e intensa peregrinación, primero en Villavicencio, donde el papa de nuevo se hizo pueblo.
Frente a las víctimas del conflicto dio una lección más. El perdón y la paz solo dan frutos cuando la semilla se siembra en el corazón.
La siguiente parada fue Medellín, en donde con poncho, sombrero y carriel, se vio cercano pese a la multitud, primero en el aeropuerto Olaya Herrera y luego rumbo al hogar San José, que acoge a niños huérfanos víctimas del conflicto.
El golpe del papa en Cartagena
La última parada del papa en Colombia fue Cartagena, donde sintió la calidez del Caribe desde el primer instante.
En la ‘heroica’ el amor por estar cerca al papa se desbordó y se desataron cosas impensadas, como la que ocurrió rumbo al barrio San Francisco, cuando su santidad se golpeó en el rostro al perder el equilibrio en el papa móvil.
Como el protocolo ya se había ido con la brisa del Caribe, Francisco también se salió de la formalidad, cansado y golpeado hizo una parada inesperada. Por sorpresa entró en la casa de Lorenza Pérez, para ella un milagro inesperado.
Con la seña indiscutible de su paso por Cartagena, ante 600.000 personas, el sumo pontífice ofició la última eucaristía en Colombia. Cinco días que podrían resumirse en una invitación a perdonarnos, mirar al desvalido y reconciliarnos para así encontrar un nuevo camino.