¡Gracias infinitas al Buque Gloria! Así fue la travesía de El Azul Que Nos Une
Cada día de la travesía por los mares de Norteamérica y Europa fue una experiencia irrepetible para cada uno de los tripulantes.
La tripulación de Noticias RCN que hizo parte de esta hazaña del Buque Escuela Gloria por diez puertos y dos continentes: Esteban Pérez, Mauricio Martínez y Jhon Romero, realizaron un trabajo periodístico que reflejó la parte humana de este proceso.
Fueron meses de experiencias e historias, amaneceres maravillosos, imponentes atardeceres y puertos llenos de cultura. Aunque es casi imposible resumir cinco meses de vivencias, esta es la mejor forma de decirle gracias, al gran ‘embajador de Colombia’ en los mares:
Gracias, Buque Gloria
Es momento de decirle adiós a la travesía de El Azul Que Nos Une a bordo del velero insignia de la Armada Nacional: el imponente, Buque Escuela Gloria. El mismo que por 16.500 millas surcó los mares del mundo ondeando el pabellón nacional.
A esa embarcación, orgullo de toda una Nación, simplemente, gracias por hacernos adaptar, a las buenas o a las malas, a la vida en el mar. Por no hacernos perder la fe y demostrarnos que en medio de la inmensidad siempre habrá un momento para orar, por enseñarnos que, si queremos ser parte de algo, en este caso de tu tripulación, nos lo teníamos que ganar.
Gracias Gloria por permitirnos ver a las familias juntas y sentir como nuestros los abrazos eternos y más esperados en puerto. Por llevarnos a las aguas que hicieron historia en el mundo, por soportar sobre tus cubiertas las más duras tormentas a las que el océano te enfrentó.
Gracias por demostrarnos que a bordo sí tienes a los mejores hombres y mujeres capaces de enfrentar lo desconocido, esos mismos que estuvieron ahí contra viento y marea.
Gracias por dejar rodar la pelota sobre tus cubiertas en altamar, por permitirnos tocar el cielo desde tu punto más alto y majestuoso, por hacernos valorar cada pedazo de tierra que nos rodea.
Fuimos felices cuando después de un mes en el mar, volvimos a tocar suelo firme.
Gracias por llevarnos a los pies del papa Francisco y por dejar cruzar ante nuestras miradas la antorcha olímpica, gracias porque cada llegada a puerto representó un festín cargado de orgullo patrio al otro lado del mundo. Gracias por surcar los mares con coraje y valentía y por navegar bajo tu esplendor.
Al ‘embajador flotante’ gratitud infinita por dejarnos contar sus historias en una aventura inédita. No nos cabe duda de que cuando el Gloria se hace a la mar, es Colombia entera la que navega, por eso hoy decimos buen viento y buena mar.
Esteban Pérez