Laura Sarabia y Armando Benedetti salen del Gobierno por decisión del presidente Gustavo Petro
La jefe de Gabinete y el embajador de Venezuela salen de sus cargos tras el escándalo de chuzadas a exniñera de Sarabia.
Laura Alturo
12:22 p. m.
Laura Sarabia, la mano derecha del presidente Gustavo Petro, y el embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, salieron de sus cargos este 2 de junio en el marco de un escándalo de chuzadas. Así lo anunció el jefe de Estado.
“Mientras se investiga, mi funcionaria querida y estimada y el embajador de Venezuela se retiran del Gobierno para que desde el poder que implican esos cargos no se pueda tener ni siquiera la desconfianza de que se van a alterar los procesos de investigación”, fueron las palabras del mandatario.
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Presidente Petro habló sobre escándalo de chuzadas
El presidente Gustavo Petro se refirió a varios temas durante un discurso en la ceremonia de ascenso a subtenientes Curso General Jorge Duarte Blum, entre ellos, hizo una advertencia: dijo que al interior de la fuerza pública no puede haber violación de la dignidad humana.
“Cualquiera que cometa una tropelía contra la dignidad humana por x o y razón, equivocado o de manera premeditada no puede seguir allí. Tiene que haber un respeto fundamental que no solo comienza al interior, sino que tiene que ser también del Gobierno respecto a la fuerza pública”.
Aclaró también que desde el Gobierno no se emitió ninguna orden con la que se pudiese “romper con la Constitución”.
“Es más, quedan ustedes autorizados (cúpula militar) por el presidente de la República, por si eso ocurriese, ustedes mismos lo denunciaran ante las autoridades competentes. Aquí no puede quedar ni mancha ni duda siquiera de que este Gobierno va a repetir las suciedades de otros gobiernos”.
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El jefe de Estado defendió también a Sarabia, argumentando que reaccionó “dentro de la ley”.
“Que se usó el polígrafo – que yo no he podido saber ni dónde queda – del Palacio de Nariño, que no compramos nosotros, se usa desde el primer Gobierno de Santos, hasta donde tengo entendido, bajo unas normas y protocolos que ha expedido incluso una sentencia de la Corte Constitucional y sobre todo la Superintendencia en gobiernos pasados, de seguridad privada”.
Explicó que dichos protocolos son usados en el sector empresarial y algunas entidades públicas bajo criterios, uno de los cuales es fundamental: “es que allí nadie llega a pasar por ese tipo de pruebas sin su libertad plena, sin su decisión compartida, autorizada por la persona”.
Aclaró que el Gobierno no está en contra de Marelbys Meza, la mujer sometida a la prueba de polígrafo, incluso reveló que la conoce personalmente.
Ella no tiene nada que temer de mi gobierno, es nuestra amiga
Laura Sarabia sale del cargo por escándalo de chuzadas
Sarabia, la saliente jefe de Gabinete del Gobierno, proveniente de una familia de militares y quien se convirtió en la sombra del primer mandatario, se va de su cargo en medio de un grave suceso que involucra a investigadores de la Dijin, un expediente falso para interceptar ilegalmente a dos de sus empleadas domésticas y varias preguntas sin respuesta sobre la procedencia de los 7.000 dólares en efectivo que, según denunció, le robaron de la casa.
En la noche del 1 de junio, horas después del bombazo del fiscal Barbosa con las revelaciones de esta investigación que inicio por un supuesto robo y que terminó con la cabeza de Sarabia fuera de la Presidencia; ella se reunió con sus abogados para estudiar la decisión que tomaría junto al presidente de la República.
Pero siendo este el escándalo más sonado en los primeros 10 meses del Gobierno, la determinación del mandatario fue contundente: Sarabia salió de su cargo y ahora deberá esperar cualquier llamado de la Fiscalía para contribuir en la investigación del caso que Barbosa calificó como “el regreso de las chuzadas y las interceptaciones ilegales a Colombia”.
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Caso Laura Sarabia
El escándalo que le costó el puesto a la jefe de Gabinete del Gobierno inició con un presunto robo al interior de su vivienda. Se trata de casi 7.000 dólares en efectivo que, según ella, correspondían a pagos de viáticos por viajes oficiales hechos entre agosto de 2022 y enero de 2023 junto al presidente.
Para ella, la principal sospechosa del robo era la exniñera de su hijo, la señora Marelbys Meza, quien fue llevada por los escoltas de Sarabia hacia el sótano del edificio Luis Carlos Galán, contiguo a la Casa de Nariño, para someterla a una prueba de polígrafo.
De ahí todo se empezó a oscurecer para la jefe de Gabinete, pues Meza dio declaraciones a Revista Semana contando la prueba que le habían practicado y empezaron a surgir preguntas hacia Sarabia por el origen del dinero robado y la legitimidad de las acciones al someter a su empleada al polígrafo.
Más tarde, en un reporte publicado por Daniel Coronell, el periodista reveló que la niñera también había cuidado a los hijos de Armando Benedetti, pero fue despedida tras ser acusada por un robo en esa casa. En esa ocasión, la señora Meza fue puesta a prueba en el polígrafo. Además, se presume que la relación entre el embajador y la jefe de Gabinete se habría ido deteriorando en los últimos meses.
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Este 1 de junio, el fiscal general Francisco Barbosa salió a una rueda de prensa asegurando que la niñera Marelbys Meza y una segunda mujer, identificada como Fabiola y que trabajaría por días en servicios generales en la vivienda de Sarabia, fueron incluidas en un expediente de investigación hacia el Clan del Golfo por miembros de la Policía judicial.
En dicho expediente, se decía que Marelbys vivía en Tagachí, Chocó, y que era conocida como alias la cocinera, encargada de cocinar para uno de los anillos de seguridad de alias Siopas, jefe del Clan del Golfo. Por su parte, Fabiola fue presentada como 'la madrina', quien supuestamente realizaba giros de dinero, compraba comida y llevaba memorias con información impartida por varios cabecillas de los frentes.
Según relató el fiscal, esta información fue inventada para incluir los números de estas dos mujeres en la investigación que adelantaba un fiscal de Quibdó, Chocó, y así poder chuzar sus comunicaciones.