¿Llegada de Armando Benedetti al Mininterior haría parte de una estrategia preelectoral?
El nombramiento de Armando Benedetti como ministro del Interior podría estar orientado al impulso de reformas en el Congreso y a una estrategia electoral del gobierno.
La designación de Armando Benedetti como nuevo ministro del Interior ha generado un intenso debate político por su habilidad para consolidar votos y su experiencia en campañas electorales, por lo que se cuestiona sobre la verdadera intención de su nombramiento, en un momento crítico para el país.
Benedetti enfrenta siete procesos judiciales y ha sido acusado de misoginia y acoso; aun así, llegó al Congreso para iniciar sus funciones.
Su nombramiento ha sido interpretado por algunos analistas como un posible movimiento estratégico electoral del gobierno Petro, lo que va más allá de un intento por impulsar la agenda legislativa.
¿Benedetti como Mininterior podría ser una estrategia preelectoral?
El analista político Fernando Posada, explicó que en vista de que "viene la época electoral y ahí es donde el Gobierno Nacional, probablemente, quiere tener en un cargo de alto poder a quien considera que sabe hacer la campaña".
Mientras que, para Julio César Iglesias, “Armando Benedetti representa el estatus quo de la política colombiana, todos los vicios de ese estatus quo. Y es el que dirige la política del gobierno de Petro.
Lo que indicaría que la prioridad del gobierno podría estar alineada a las próximas elecciones y en detrimento de las reformas pendientes.
En el avance de su cuestionado nombramiento y gestión quedará en evidencia las razones del movimiento de Benedetti a uno de los cargos más importantes del país, en un momento crítico para el país en materia de seguridad, economía y para el sector salud.
Las acusaciones de misoginia a Benedetti por siete congresistas
Asimismo, la controversia se ha visto amplificada por las acusaciones de misoginia contra Benedetti. Siete congresistas mujeres enviaron una carta rechazando su nombramiento. La respuesta del nuevo ministro fue desestimar la importancia de este grupo por no representar mayorías.
Juana Afanador indicó que “si ellas se manifestaran consistentemente cada vez que hay acusaciones de acoso, de violencia de género, en la de las mujeres en sus propios partidos, en el contexto político, en el Congreso de la República, pues habría una consistencia interesante”.
Lo que se ve es una vez más la instrumentalización del movimiento social feminista por parte de las congresistas que cada vez que no tienen una causa se agarran de la causa feminista, se ponen su pañuelo morado y salen a decir yo represento yo defiendo los derechos de las mujeres (…) no han sido capaces de ponerse de acuerdo y sacar un comunicado conjunto defendiendo los derechos y las víctimas de violencias basadas en género y rechazando este nombramiento.