El primer pulso de Petro con el Congreso: la elección de contralor
El presidente electo ha tenido un camino difícil para lograr en su favor la elección de nuevo contralor.
Santiago Ángel
06:00 a. m.
Antes de ser elegido, el presidente electo ya se está jugando su primer gran pulso con el Congreso. La elección de nuevo contralor será un primer mensaje al país sobre si realmente las mayorías serán definitivas o variarán de cara a cada reforma o proyecto de ley que presente el Gobierno.
Esta semana no quedó claro que el Congreso esté dispuesto a escoger al candidato más cercano al presidente electo, Julio César Cárdenas, quien fue vice contralor, tiene una maestría en derecho de la Universidad Externado y sacó uno de los puntajes más altos del examen de la Universidad Industrial de Santander para pasar a listado de finalistas.
Cárdenas fue funcionario de la Alcaldía de Bogotá en la administración de Petro, pero no entró en la lista de diez finalistas que volvió a conformar el Congreso anterior por la orden del Tribunal Administrativo de Cundinamarca en la vía de garantizar la paridad de género y el mérito de los aspirantes.
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Ambiente jurídico incierto
En medio de la controversia por cuál de las listas debería quedar para la votación y la de cuál comisión, la Procuraduría le envió una carta al Tribunal alertando por un posible caso de prevaricato ante una decisión arbitraria, y la Comisión Nacional de Disciplina Judicial inició una investigación al magistrado que ordenó reconfigurar la primera lista.
De esa lista salieron tres nombres polémicos que fueron mencionados en los correos anónimos de los Ocad Paz. El del director del Departamento de Nacional Planeación, Luis Alberto Rodríguez, y los contralores delegados Juan Carlos Gualdrón y Aníbal Quiróz. Los tres estaban en el primer listado de diez finalistas por lograr los mejores puntajes en experiencia y en el examen de la UIS.
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La pelea en el Congreso
Este martes 02 de agosto varios de los congresistas que fueron elegidos para integrar la nueva comisión convocada por los presidentes de Senado y Cámara, renunciaron a esa designación. Primero lo hizo el senador Lidio García, como lo contó en primicia noticiasrcn.com. Luego, renunció el congresista Juan Felipe Lemos y le siguió Humberto De la Calle. Jennifer Pedraza, elegida por el partido Dignidad, de Jorge Enrique Robledo, también elevó una crítica pública en contra del procedimiento y dijo que no podía elegirse a un “contralor de bolsillo”.
Una fuente en el Congreso consultada por este portal señaló que desde el Gobierno se equivocaron en querer medirse de una forma tan “radical” desde el comienzo con el legislativo. “El contralor tradicionalmente es del Congreso. El Gobierno no puede quererlo todo y la razón por la que no han nombrado los demás ministerios es porque están esperando ganar esta batalla, para poder jugar con los partidos que hace falta nombrar en el gabinete”, afirmó.
Otra fuente nos dijo que en el Partido de La U habrá bancada este miércoles a las 7 de la mañana para definir la posición sobre la nueva comisión y tomar una postura. “El ambiente está más hacia revocar la nueva comisión”. Y, finalmente, un exrepresentante con experiencia en el trámite y las conversaciones en el Congreso señaló que “si el gobierno gana esta elección de entrada es un mensaje muy duro por lo arrollador de las mayorías”, expresó.
En la mitad del juego político hay dos consecuencias. Si el gobierno gana el pulso, que no parece fácil, el próximo contralor sería Julio César Cárdenas, pero a cambio tendría que entregar más cargos directivos en entidades como superintendencias a los partidos tradicionales, además de los que ya están presupuestados en el gabinete. Eso podría no ser del agrado de las bases del petrismo que esperan más reconocimiento, además de los cargos para ciudadanos indígenas y afro que ya fueron anunciados.
Si pierden, no pierden tanto, pues la candidata más probable a quedarse con el cargo de la lista anterior es María Fernanda Rangel. Rangel es contralora delegada y tuvo un rol preponderante en el manejo de la pandemia desde la Contraloría, pero es cercana al contralor actual, Felipe Córdoba, lo que ha despertado críticas de todos los sectores en el Pacto Histórico, incluyendo al senador Gustavo Bolívar. Sin embargo, Rangel ha hecho lobby con todos los partidos y es cercana también al senador Roy Barreras.
Este primer pulso también es determinante para Barreras. Si gana, hay expertos constitucionalistas que han señalado la posibilidad de que el procedimiento quede viciado. Un contralor caído y elegido con la fuerza del gobierno en el futuro sería un golpe de opinión muy negativo.
Pero, si pierde, el mensaje también es que las mayorías en el Congreso no serían ni definitivas ni arrolladoras como se ha creído hasta ahora y, más bien, estarían dispuestas a negociaciones puntuales en cada proyecto de acto legislativo o de ley que proponga el Gobierno.
En cualquier caso, la elección de contralor es el primer gran pulso del presidente electo con el Congreso. Su éxito o derrota marcará un camino de aproximación con el legislativo, sin que hayan anunciado aún al exsecretario de Presidencia, Alfonso Prada, como nuevo ministro del Interior. El pulso también es un mensaje entre líneas para los jefes de los partidos. De las cargas y las negociaciones en el Congreso empieza a depender la relación del gobierno con los tres grandes tomadores de decisiones de los partidos hoy: Germán Vargas, Dilian Francisca Toro y César Gaviria.