Niñas sin ablación: un debate sobre la mutilación genital femenina en Colombia
Congresistas y mujeres de comunidades indígenas hablan sobre el proyecto de ley que busca erradicar la ablación en Colombia.
Noticias RCN
02:18 p. m.
Esta semana fue aprobado, en segundo debate de la Cámara de Representantes, el proyecto de ley que busca erradicar, prevenir y atender a las víctimas de ablación en Colombia.
Con autoría de la representante Jennifer Pedraza, esta iniciativa, denominada “Niñas sin ablación”, deberá surtir dos debates más en el Congreso de la República para convertirse en ley.
El proyecto busca que se prevengan las violencias sexuales y reproductivos en contra de niñas y mujeres, exhorta al Ministerio de Salud a emitir un protocolo obligatorio para el abordaje y atención integral en salud a niñas, adolescentes y mujeres víctimas de mutilación genital femenina.
Además, propone incluir enfoque de género en campañas pedagógicas que incluyan a expertos y comunidades indígenas, con el fin de construir mensajes adecuados para diferentes contextos culturales.
Grave panorama de mutilación genital femenina
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, al menos 230 millones de mujeres en el mundo han sido víctimas de ablación, y se estima que 4,4 millones de niñas están en riesgo de serlo. Solamente en Colombia se registraron 89 casos entre enero y noviembre de 2023, según el Instituto Nacional de Salud.
En entrevista con Noticias RCN, la representante a la Cámara, Jennifer Pedraza, resaltó que Colombia es el único país de la región en donde todavía ocurre esta práctica que consiste en quemar o cortar los genitales femeninos, debido a procesos culturales en comunidades indígenas.
Pedraza explicó que el proyecto que busca la erradicación de la mutilación genital no cuenta con un enfoque punitivo, sino más bien pedagógico y de atención en salud para evitar que más niñas, adolescentes y mujeres sufran esta práctica.
La iniciativa ha sido construida de la mano de consejeras y miembros de la comunidad emberá, quienes esperan que el Estado tome cartas en el asunto para proteger a las niñas que, desde muy temprano, son mutiladas, expuestas a infecciones e, incluso, a la muerte.
¿En el mundo hay más casos de mutilación genital femenina?
Jennifer Pedraza: Sí, si bien Colombia es el único país del continente donde sigue ocurriendo, esta práctica es muy generalizada en países africanos, especialmente en Kenia, algunos países de Europa del este, y se mueve mucho con los pueblos que se desplazan a lo largo del mundo.
Por eso es importante hacer una campaña de educación y cultura, incluso nombrarlo, porque al ser una práctica tan violenta suele estar muy escondida.
¿Cuántas niñas sufren por esta práctica en Colombia?
Laura Daza: El proyecto nos permitió articular tres puntos clave. El primero es que el diálogo intercultural para que pueda hacerse ese registro conjunto con las comunidades.
El segundo es el enfoque intercultural con el sistema de salud. Va a ser muy difícil identificar lla práctica y darle un debido conocimiento si no hacemos ese enfoque con el personal médico que atiende a las niñas y mujeres víctimas de esta práctica.
En tercer lugar, la ruta de articulación con la justicia, que permite un diálogo para acceder a los mecanismos para atender los casos.
¿Cuáles son los daños de esta práctica para las mujeres?
Claudia Patricia Querama: Para nosotros no es cultura, no practiquemos más a nuestras niñas indígenas, porque ahí están afectando a nuestras mujeres. Afectan enfermedades, hay muchas cosas para hablar. Estas prácticas se realizaban por las parteras u otras personas, es algo aprendido.
Yo, como mujer indígena, no estoy de acuerdo con estas prácticas que se realizan a nuestras niñas, porque estamos quitando un derecho, a las mujeres las mandó Dios completas, no podemos quitarles un pedazo.
Si lo van a practicar, por qué no le piden permiso a las mamás. Prácticamente lo hacen a escondidas, para que no se puedan enterar.
Yo también soy víctima y uno analiza, qué diferencia tiene de practicar a una mujer o una niña.
Yo me siento muy agradecida con las congresistas, es muy importante trabajar con las mujeres indígenas y con las autoridades para que tengan conocimiento de que esto no es cultural, que están haciendo daños a nuestras mujeres y niñas.