Las multas por tenencia irresponsable de perros en conjuntos residenciales: ¿Qué razas?
Propietarios de razas catalogadas como potencialmente peligrosas en conjuntos residenciales deberán cumplir estrictas normas de seguridad. Conozca la norma.

Noticias RCN
06:18 p. m.
La convivencia en conjuntos residenciales implica responsabilidades compartidas, especialmente cuando se trata de la tenencia de mascotas.
En Colombia, la normativa vigente establece disposiciones claras para los propietarios de perros de razas catalogadas como potencialmente peligrosas, con el fin de garantizar la seguridad y el respeto entre vecinos.
Por tal motivo, cumplir con estas regulaciones no solo evita sanciones, sino que también promueve una sana convivencia.
¿Cuáles son las normas para la tenencia responsable de perros en conjuntos residenciales?
El Código Nacional de Policía y la Ley 746 de 2002 regulan la tenencia de mascotas en espacios compartidos.
Estas normas establecen que los propietarios de perros de ciertas razas o con antecedentes de agresividad deben cumplir con requisitos específicos, como el uso obligatorio de correa y bozal en zonas comunes. Estas medidas buscan minimizar riesgos y asegurar el bienestar de los residentes.
Es importante destacar que la regulación no prohíbe la tenencia de estos animales en conjuntos residenciales, pero sí exige un manejo responsable.
Frente a ello, las administraciones pueden incluir normas internas en sus reglamentos para garantizar el cumplimiento de la ley y fomentar la convivencia pacífica entre vecinos.
¿Qué consecuencias trae el incumplimiento de la normativa?
Las razas de perros como el Dóberman, Pitbull, Pitbull Terrier, Rottweiler, Fila Brasileiro, Dogo Argentino y Staffordshire, entre otras, han sido catalogadas como potencialmente peligrosas debido a sus características físicas y nivel de protección territorial.
Por ello, la normativa exige un manejo adecuado para garantizar la seguridad de la comunidad y el bienestar de los propios animales.
El no acatar estas disposiciones puede acarrear sanciones económicas. Según la normativa, las multas pueden alcanzar hasta 15 salarios mínimos diarios legales vigentes.
En situaciones más graves, las autoridades podrían tomar medidas adicionales, como el decomiso del animal si se considera un riesgo inminente para la comunidad.
Cumplir con estas normativas no solo evita sanciones, sino que también refuerza el respeto entre vecinos y garantiza la seguridad tanto de los perros como de las personas que comparten estos espacios.