Por la pandemia, personas mayores refugiadas sufren más discriminación en Latinoamérica
Un informe de Naciones Unidas advierte el incremento de la vulnerabilidad de esta población en medio de la coyuntura del covid-19.
Noticias RCN
10:21 p. m.
La Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la organización HelpAge International advirtieron esta semana que la pandemia de covid-19 está poniendo en riesgo a las personas mayores refugiadas en América Latina, perjudicando su bienestar y limitando su acceso a derechos y servicios vitales.
Le puede interesar: "Nadie estará a salvo hasta que todos lo estemos": clamor de Latinoamérica por vacunas
Un estudio conjunto en Colombia, Ecuador, El Salvador, Honduras y Perú ha revelado que la pandemia está exacerbando las amenazas preexistentes a la salud física y mental, la nutrición, la autonomía financiera y el estatus legal de las personas adultas mayores refugiadas y otras personas en situación de movilidad humana.
La mitad de las personas consultadas reportó haber sufrido discriminación, mientras que un número preocupante describió casos de abuso.
Lea además: Se debe garantizar el derecho a la libertad de reunión pacífica y a la protesta: ONU en Colombia
La mayoría de las personas mayores encuestadas informaron que han tenido un acceso limitado a la atención médica durante la pandemia. El 42 % no recibió tratamiento por problemas de salud previos y el 6 % de las personas contagiadas con covid-19 informó que no obtuvo la atención médica adecuada, de acuerdo con los datos del informe 'Un reclamo de dignidad: Vejez en la movilidad humana'.
El acceso a la alimentación para las personas mayores también empeoró en todos los países estudiados. Ya antes de la pandemia, una de cada cuatro personas mayores tenía que saltarse las comidas. Con la llegada del covid-19, el 41 % tuvo que reducir aún más su ingesta de alimentos.
Vea también: “Estamos en guerra”: secretario de la ONU pide encaminar esfuerzos para combatir el covid
Por lo anterior, la Acnur hizo un llamado a la comunidad internacional para incluir a las personas mayores en situación de movilidad humana como un grupo prioritario en todas sus agendas, adaptando y financiando una estructura institucional que responda a sus necesidades.
Para eso, propone a los Estados que impulsen el proyecto de redactar y adoptar una Convención Internacional de Naciones Unidas para la Protección de las Personas Mayores; así como incrementar el apoyo humanitario, las personas mayores en situación de movilidad humana necesitan mayores oportunidades de medios de vida para ser financieramente independientes.