El acuerdo entre Cuba y China que prende las alarmas por la seguridad de Estados Unidos

China y Cuba llegaron a un acuerdo secreto para que China establezca una instalación de escuchas electrónicas en la isla, lo que se ha calificado como un nuevo desafío geopolítico de Pekín a Washington, según funcionarios estadounidenses.

La instalación de escuchas en Cuba, a unos 160 kilómetros de Florida, permitiría a los servicios de inteligencia chinos captar comunicaciones electrónicas en todo el sureste de EE. UU., donde se encuentran bases militares para vigilar el tráfico marino.

Altos funcionarios estadounidenses aseguraron que China acordó pagar a Cuba miles de millones de dólares para construir la estación de espionaje.

Esta revelación ha encendido las alarmas de la administración Biden debido a la proximidad de Cuba con el territorio continental estadounidense. Washington considera a Pekín su principal rival económico y militar, por lo que una base china cerca de su territorio podría suponer una amenaza. 

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John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, aseguró que China se esfuerza por invertir en infraestructura en todo el mundo con fines militares, por lo que se encuentran vigilando y tomando medidas para contrarrestarlos.

El Gobierno estadounidense calificó de convincente la información sobre el emplazamiento previsto en Cuba, y dijo que la base permitiría a China llevar a cabo inteligencia de señales y espionaje en las comunicaciones, correos electrónicos, llamadas telefónicas y transmisiones vía satélite.

La Embajada de China en Washington no se ha pronunciado al respecto, al igual que la Embajada de Cuba.

Intentos de espionaje a Estados Unidos

Estados Unidos ya ha intervenido en otras ocasiones para impedir la influencia de otras potencias sobre su espectro, sobre todo durante la crisis de los misiles cubanos de 1962. En ese entonces, Washington y la Unión Soviética estuvieron al borde de la guerra nuclear después de que los soviéticos desplegaran misiles con capacidad nuclear en Cuba, lo que provocó una cuarentena de la isla por parte de la Marina estadounidense. 

Los soviéticos dieron marcha atrás y retiraron los misiles, para que posteriormente Estados Unidos retirara de Turquía los misiles balísticos de alcance intermedio que había denunciado la URSS.

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La información sobre la nueva base se produce en medio de los esfuerzos de la administración Biden por mejorar las relaciones entre Estados Unidos y China.

Por ahora, se espera que el secretario de Estado, Antony Blinken, viaje a Pekín a finales de este mes para reunirse con el líder chino Xi Jinping. Biden declaró en mayo que creía que se produciría un deshielo en las relaciones entre Estados Unidos y China a pesar de las recientes tensiones públicas. 

La seguridad entre Washington y Pekín se ha tensado en las últimas semanas tras los encuentros entre buques estadounidenses y chinos en el estrecho de Taiwán, otro de los desacuerdos entre las dos potencias.

Entretanto, el Gobierno Biden intenta acercarse a La Habana revirtiendo algunas políticas de la era Trump, mediante el levantamiento paulatino de las restricciones a los viajes hacia y desde Cuba y el restablecimiento de programas de reunificación familiar. 

La administración también ha ampliado los servicios consulares para permitir que más cubanos visiten Estados Unidos.

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