El sueño que Edwin Arrieta no logró cumplir en Chile
Información compartida por medios internacionales reveló detalles de la vida que llevaba el médico cirujano en el territorio chileno.
Noticias RCN
07:15 p. m.
Hace algunos días se conoció la trágica muerte de Edwin Arrieta Arteaga, colombiano que fue asesinado y desmembrado en Tailandia a manos de Daniel Sancho, según su propia confesión.
Desde entonces han salido a la luz distintos datos sobre su vida, pero recientemente el diario El País de España reveló algunos detalles de la vida del cirujano en Chile, territorio que fue su segundo hogar por un par de años.
Aunque su cuna era Lorica, en Córdoba, el segundo hogar de Edwin Arrieta, al menos por dos años, fue Chile. Según conversaciones del diario mencionado anteriormente con conocidos del médico, eran normales sus viajes.
Según los testimonios, Arrieta Arteaga pasaba la mitad del mes en territorio chileno y el restante en Colombia. En ambos, realizaba cirugías estéticas y aunque tenía relaciones estrechas con sus pacientes, también reseñan que hubo quejas por su trabajo. Una fue una querella presentada por una mujer en febrero de 2022.
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Edwin es recordado por ser muy católico, devoto de la virgen de Lourdes y fiel asistente a las misas dominicales, pero lo que no recuerdan es haberle escuchado el nombre de Daniel Sancho.
El sueño que tenía Edwin Arrieta en Chile
Adicional a esto, información de El País señala que el hombre, que rentaba un apartamento en un lujoso sector de Santiago, tenía un proyecto: lanzar su propia marca de vinos en compañía de dos amigos.
El proyecto, que iba a tener el nombre de Cirujano, era junto a Nicolás Larenas y Maite Quintas, quien se había realizado un procedimiento quirúrgico con Arrieta.
Según Larenas, la iniciativa avanzó tanto que lograron imprimir etiquetas del logo. “Queríamos plantar 1.001 parras para sacar una edición de unas 700 botellas al año exclusivas (…) El espíritu no era comercializar como una gran viña, sino más bien una aventura y negocio de amigos y ponerlo como su propia marca”. Sin embargo, el proyecto quedó en pausa por el alto costo de importación a Colombia.