Guerra entre Israel y Hamás: ¿Qué tiene que pasar para que termine?

Por: María Paz Arbeláez Patiño.

Una reciente actualización sobre el conflicto de Israel - Hamás ubicó en casi 30.000 el número de muertos en la Franja de Gaza. En su mayoría se trata de mujeres, adolescentes y niños, de acuerdo con el Ministerio de Salud del territorio gobernado por Hamás desde 2007. 

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La ONU hizo un llamado urgente por la posibilidad de que se genere una hambruna “inminente” para 2,2 millones de personas en Gaza, sobre todo en el norte, adonde no ha llegado ningún convoy con ayuda humanitaria desde el 23 de enero.

La guerra estalló el 7 de octubre, cuando milicianos de Hamás atacaron el sur de Israel y mataron a cerca de 1.160 personas y secuestraron a unas 250 personas. De ellas, 130 siguen retenidas, incluyendo 31 que estarían fallecidas, según las autoridades israelíes. 

En respuesta, Israel lanzó una ofensiva aérea y terrestre sobre Gaza que, según el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, ya ha matado a 29.954 personas. Por su lado el ejército de Israel ha reportado la muerte de 242 militares desde el inicio de la ofensiva terrestre en Gaza el pasado 27 de octubre.  

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Estados Unidos y Catar y Egipto, mediadores en el conflicto, esperan lograr una tregua antes de que empiece el ramadán, el 10 o el 11 de marzo, que permita liberar a una parte de los 130 rehenes.

¿Cuál es la magnitud de este conflicto?

En menos de seis meses, la avanzada de Israel ha dejado cerca de 30.000 personas muertas en Gaza. 

Para dimensionarlo, según la Misión de Observación de DD. HH. en Ucrania, desde el inicio de la guerra el 24 de febrero de 2022 y para corte del 4 de octubre de 2023, la guerra entre Ucrania y Rusia ha dejado una cifra de 10.000 civiles muertos en el país dirigido por Zelensky. 

Noticias RCN habló con Camilo González, profesor de la facultad de Relaciones Internacionales de la universidad Javeriana, quien considera que este nivel de mortalidad en la guerra en Gaza se debe a dos factores: la concepción de guerra de Israel que es sobre la victoria total y el tamaño de Gaza (365 km cuadrados).

“Desde Israel la concepción del conflicto es una concepción de vencer o ser derrotados militarmente y lo que está configurando esta concepción de la guerra es que Hamás es un enemigo y al enemigo se le elimina. No se entiende un conflicto de Estados”, explica González. 

Además, “Gaza es una zona muy estrecha y tiene una densidad urbanística muy grande. Si uno se pone a mirar las operaciones que ha hecho la Fuerza de Defensa de Israel es básicamente luchar calle a calle y eso implica a que se atacan indiscriminadamente los edificios y en los edificios viven los civiles”. 

González explica que esta densidad urbanística y poblacional puede ser usada por Hamas para una guerra de desgaste, donde la disposición estructural de Gaza sirve de defensa a la milicia y actúa como obstáculo para Israel.

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Por su parte, Federman Rodríguez, coordinador académico del programa de Relaciones Internacionales de la universidad del Rosario, coincide con González en el factor de la densidad poblacional y además destaca que con esto “es muy difícil establecer la distinción entre los combatientes y los militantes de Hamas”. 

Para Rodríguez otra razón para explicar la cantidad de muertos es “la agresividad con la que ha estado entrando Israel. Esperábamos que con los atentados del 7 de octubre hubiera una respuesta muy fuerte por parte de Israel, pero debemos saber que hay unas facciones radicales e incluso fundamentalistas que están presionando a Benjamín Netanyahu. La configuración de todas las fuerzas políticas en Israel hacen que Israel esté respondiendo con particular fuerza”. 

¿Qué se requiere para que termine?

“Creo que por ahora es muy lejano hablar de que efectivamente se logre un final del conflicto, lo que sí aparecen son posibles alternativas y la que más se aproxima a este resultado es la idea de una acuerdo”, dice González quien, además, no descarta que el peso económico de sostener una guerra le pase factura a Israel. 

Tampoco cree que vaya a terminar prontamente la guerra por dos características importantes de Hamás: una es el apoyo que recibe de países de Oriente Medio, como Irán quien le provee armas y logística, y la otra es su estructura de células descentralizadas que hace que sea difícil derrumbar la milicia con el asesinato de un líder porque siempre habrá una oportunidad de reemplazo. 

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En cuanto a que la guerra termine con la liberación de todos los rehenes israelíes secuestrados, González dice que es una condición para las negociaciones pero no el factor determinante para el fin de la guerra. 

Por su lado, Rodríguez destaca que Estados Unidos es un actor central en lograr llegar a un acuerdo y para ello debe empezar a acercarse a otros países del medio oriente fundamentales en la escena como Irán y Arabia Saudí.

De hecho, Rodríguez destaca que las elecciones entrantes en Estados Unidos pueden jugar un rol importante en la guerra. “La Cámara de Representantes, que está dominada por los Republicanos, está tratando de cortar el apoyo no solamente a Israel sino también a Ucrania e incluso a Taiwán, entonces con un gobierno republicano, curiosamente, se debilitaría Israel y el acuerdo entre las dos partes podría ser más probable”.

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Rodríguez también considera que un acuerdo es el fin más probable de la guerra y si bien cree que se puede conseguir una tregua, no ve que en un futuro próximo termine el conflicto. 

“Yo diría que el 7 de octubre para Israel es básicamente equivalente a lo que fue el 11 de septiembre en Estados Unidos y si uno mira, por ejemplo, lo que pasó con Estados Unidos y Al Qaeda pues eso fue lo que inició una guerra contra el terrorismo que básicamente duró dos décadas”, afirma Rodríguez. 

¿Cómo podría reconfigurar al Medio Oriente?

Ninguno de los dos expertos descarta que con esta guerra, Israel vuelva a tener presencia militar directa al interior de Gaza, como antes de 2005. De hecho, González cree “que es una condición necesaria para la estrategia de Israel de que Hamás sea derrotada y no esté en la Franja de Gaza”. 

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La creación de un Estado de Palestina es un punto de discusión recurrente y para González podría ser una de las consecuencias del actual conflicto, pero, dice, para eso habría que convencer a Israel de las bondades de la creación de un nuevo Estado, y a los palestinos de que “dejen de manifestar que Israel no debe existir” y que la tierra que se les de es su Estado y no deberían pelear más allá de eso. 

Por su lado, Rodríguez es escéptico frente a este escenario en el corto plazo por el posible objetivo de Israel de controlar Gaza. 

“Yo diría que esta guerra reconfiguró en buena medida Medio Oriente y desde luego, la política exterior de Estados Unidos porque antes estaba centrada en Rusia y China. Ahora, Estados Unidos debe poner mucha atención a Medio Oriente y tiene que redefinir sus relaciones”, afirma Rodríguez que recuerda que antes del 7 de octubre el Gobierno Biden había tenido acercamientos a varios países de Medio Oriente en materia nuclear y armamentística. 

Por: María Paz Arbeláez Patiño
Periodista Noticias RCN.