"Las cadenas se clavaban en la carne": rehén en Gaza reveló el calvario que vivió en cautiverio
Eli Sharabi relató el calvario que vivió en manos de sus captores y cómo enfrentó el hambre, el dolor y la incertidumbre.

Noticias RCN
09:16 p. m.
Eli Sharabi tenía 51 años cuando su vida dio un giro. El 7 de octubre de 2023, mientras se encontraba en el kibutz Beeri, al sur de Israel, fue secuestrado durante el ataque del grupo islamista Hamás.
Ese día, cientos de militantes irrumpieron en territorio israelí, dejando un saldo de víctimas fatales y llevándose a decenas de personas como rehenes a la Franja de Gaza.
Sharabi fue trasladado a un lugar desconocido, donde comenzó un cautiverio que se prolongaría por más de 490 días. Encadenado, sometido a condiciones extremas y con un acceso mínimo a alimentos, vivió una pesadilla diaria sin saber qué había sucedido con su familia ni si algún día sería liberado.
Lo que no imaginaba era que, mientras él luchaba por sobrevivir en la oscuridad del encierro, su esposa y sus dos hijas adolescentes habían sido asesinadas el mismo 7 de octubre. Esa verdad le fue revelada solo tras su liberación. Además, su hermano Yossi, quien también fue secuestrado, continúa desaparecido y se presume que ha muerto en cautiverio.
Rehén en Gaza reveló el calvario que vivió en cautiverio
En una entrevista televisiva emitida por el canal 12 de Israel, Sharabi relató con detalle el trato que recibió de sus captores y las duras condiciones a las que fue sometido.
“Durante un año y cuatro meses, me encadenaron las piernas con cadenas y candados muy, muy pesados que se clavaban en la carne”, contó, describiendo el dolor constante que soportó día tras día.
Pero el sufrimiento no se limitó a las cadenas. La alimentación era mínima, al punto de hacer que cada pequeño bocado se convirtiera en un intento desesperado por engañar al hambre.
“Había días en los que lo único que podía comer era este cuarto de pita que puedes acabar en tres bocados”, explicó. Para prolongar la sensación de saciedad, se obligaba a comerlo lentamente.
“Lo comes durante 10 minutos, 15 minutos, miga a miga, para sentir que realmente comiste algo”, añadió.
Además del hambre, la incertidumbre y la desesperación se convirtieron en una constante. Sharabi no tenía idea de lo que ocurría en el exterior ni de si algún día saldría con vida.
El rehén fue finalmente liberado en un canje con prisioneros
El 8 de febrero de 2025, Sharabi fue finalmente liberado junto a otros dos rehenes israelíes en un canje con prisioneros palestinos, dentro de una tregua que había entrado en vigor el 19 de enero.
Tras más de 16 meses de cautiverio, el reencuentro con la libertad estuvo marcado por la tragedia. Fue entonces cuando supo que su esposa y sus hijas habían sido asesinadas el mismo día de su secuestro.
Sin embargo, su reacción no fue la de una persona consumida por la rabia. “Contrariamente a lo que podría pensarse, no estoy enfadado”, expresó. “Tengo suerte de haber tenido a Lianne durante 30 años y a nuestras dos increíbles hijas durante años, tengo suerte de que no me mataran”.
Su testimonio ha servido como una denuncia internacional
El testimonio de Sharabi ha servido para evidenciar las condiciones inhumanas a las que fueron sometidos los rehenes en Gaza. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel difundió su relato en redes sociales, afirmando que los secuestradores “lo mataron de hambre, lo golpearon y lo torturaron tanto física como mentalmente”.
El caso de Sharabi es uno de los muchos que continúan generando llamados a la comunidad internacional para la liberación de los rehenes que siguen en manos de Hamás.