"No tengo más ganas de vivir": mujer ucraniana violada por militares rusos
Una mujer, esposa de un militar ucraniano, fue violada por dos soldados rusos cuando intentaba huir de Jerson a Vinnytsia, ciudad ubicada en el centro del país.
AFP
02:42 p. m.
Con la voz quebrada por la emoción, Elena (su nombre ha sido modificado) intenta hablar a pesar de todo. Este testimonio ejemplifica los temores de organizaciones de derechos humanos que muestran indicios del uso de la violación como "arma de guerra" en Ucrania. La mujer fue entrevistada en Zaporiyia, una ciudad a la que llegan a diario miles de desplazados forzados a abandonar sus casas por la ocupación rusa en el sur de Ucrania.
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Desde el primer día de la invasión, el 24 de febrero, envió a sus hijos a Vinnytsia, ciudad ubicada en el centro del país y lejos de su lugar de vivienda en Jersón, epicentro de la primera línea del avance ruso. Su marido, que combate desde hace dos años a los separatistas prorrusos en el Donbás, en el este de Ucrania, fue enviado al frente, por esta razón Elena se quedó sola para trasladar sus pertenencias.
"Hacia las 3:00 p.m. fui a un almacén. Mientras hacía la fila, entraron militares rusos y empezaron a discutir con los clientes", continúa. "No entendía de qué hablaban, pero me di cuenta de que uno de los habitantes me señalaba con el dedo diciendo que era una banderovka", recuerda Elena. El hombre se refería a los nostálgicos del dirigente ultranacionalista ucraniano Stepan Bandera, que colaboró con la Alemania nazi contra la Unión Soviética.
Es por gente como ella que estalló esta guerra. Es la mujer de un militar, agregó el hombre, según Elena.
Testimonio de mujer ucraniana abusada por soldados rusos
"Vi que me observaban cuando salí rápidamente de la tienda. Apenas alcancé a llegar a casa cuando los dos soldados rusos entraron por la puerta detrás de mí. No tuve tiempo de tomar el teléfono para pedir ayuda ni de hacer nada", dice. "Sin una palabra me empujaron sobre la cama, me colocaron una ametralladora encima y me desvistieron", relata la joven antes de estallar en lágrimas. Agregó, "Casi no hablaban, además de tratarme a veces de 'banderovka' o decirse entre ellos 'es tu turno'". Luego, hacia las cuatro, partieron porque era su turno de montar guardia" en su campamento.
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Elena dice que no habló con nadie aún, ni siquiera con un médico o un psicólogo, ni tampoco con su marido. Señaló que ella misma se realizó las primeras curaciones,y afirmó que continuará con su vida. "Encontraré todo lo que necesito una vez que llegue a mi destino. Solo quiero reencontrarme con mis hijos", contó a la AFP.
Al ser consultada sobre su estado físico y psicológico, la mujer comienza a llorar nuevamente: "Me doy asco. No tengo más ganas de vivir". Frente a la posibilidad de que se haga justicia, Elena confía en que Ucrania recuperará sus territorios y habrá consecuencias para Rusia y para quienes abusaron de ella.
"Siete casos de violación de mujeres y niños por parte de ocupantes rusos"
La filial ucraniana de la oenegé La Strada, que defiende los derechos de las mujeres, recibió hasta el momento en su número verde "llamados concernientes a siete casos de violación de mujeres y niños ucranianos por parte de ocupantes rusos", declaró por teléfono a la AFP una responsable de la organización, Aliona Kryvuliak.
"Puede haber cientos, incluso miles, de mujeres y jóvenes violadas", estima Kryvuliak.
El primer llamado, ocurrió el 4 de marzo, desde Jersón, hablaba de "la violación colectiva de una madre y su hija de 17 años por parte de tres hombres". Los otros casos fueron señalados en la región de Kievluego del 12 de marzo, señala.
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En una declaración difundida esta semana, la fiscal general de Ucrania, Iryna Venediktova, afirmó que "militares rusos cometieron violencias sexuales contra mujeres y hombres ucranianos, contra niños y personas mayores". La funcionaria insistió en la necesidad de reunir pruebas, aunque reconoció la dificultad de hacerlo en un país en guerra, en zonas donde la señal telefónica o la red eléctrica están perturbadas.