Pegasus: así habría sido como México compró el programa de espionaje más poderoso del mundo

Una base de datos del Ejército de México fue intervenida por un grupo de piratas informáticos denominado Guacamaya en octubre de 2022 y salieron a la luz informaciones que señalaban que la institución utilizó el software Pegasus, en ocasiones, de forma ilegal.

Como resultado del hackeo se conoció que el Ejército de ese país habría espiado a civiles con dicho programa israelí durante el actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en el poder desde 2018 y que, además, niega dichas acusaciones.

Estas denuncias fueron retomadas en una investigación del diario The New York Times, en la que señalan que en la segunda mitad de 2022 Pegasus fue utilizado para intervenir los teléfonos de defensores de los derechos humanos.

Dice también que entre los clientes de Pegasus, México ha sido el país donde el uso de este software se ha extendido por más tiempo su uso. Mientras tanto, López Obrador puntualizó que su gobierno no realiza actividades de espionaje, pero sí labores de inteligencia contra el crimen organizado.

Pegasus, el software israelí obtenido por México

Desde Israel una comitiva llegó a México en 2011 con el objetivo de cerrar la venta de Pegasus, el que sería el programa espía más avanzado del mundo, pero antes de sellar el trato se gestó una discusión sobre el precio y el tiempo de entrega de la herramienta.

Así las cosas, el general mexicano que supervisaba la negociación pausó el proceso hasta la noche. “Los recogeremos en su hotel y nos aseguraremos de que haya mejor ambiente”, dijo el uniformado según fuentes citadas en la investigación del diario The New York Times.

En la noche un grupo de automóviles llegó al hotel donde se hospedaban los israelíes para llevarlos a un nuevo lugar donde se llevaría a cabo la negociación: un club de estriptis en Ciudad de México. Allí ordenaron a la clientela abandonar inmediatamente el sitio, donde se retomaron las conversaciones.

Fue en dicho sitio entonces donde se cerró el trato para que México se apoderara de la que sería la herramienta cibernética más poderosa en la actualidad.

Pegasus se convirtió en un elemento de vigilancia utilizado por países desde Europa hasta Medio Oriente para piratear celulares, no obstante, según el NYT, ninguna otra nación ha tenido más experiencia con esta tecnología que México.

“Una investigación de The New York Times basada en entrevistas, documentos y pruebas forenses de teléfonos hackeados muestra los intercambios secretos que hicieron que México fuese el primer cliente de Pegasus, y también revela que el país se convirtió en el usuario más prolífico del programa espía más conocido del mundo”.

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Al parecer, México utilizó Pegasus en contra de civiles que se enfrentaban al Estado, hechos que según el Gobierno se detuvieron, “pero el Times descubrió que sigue utilizándolo para espiar a personas que defienden los derechos humanos, incluso en meses recientes”.

Según la investigación de ese medio, Pegasus tiene la capacidad de infectar los teléfonos en los que pone su mira sin que los dispositivos puedan detectar la intrusión, así extrae todos los archivos posibles (correo electrónico, mensajes de texto, fotos, citas del calendario, entre otros); al tiempo vigila toda la actividad del celular en tiempo real.

También graba las pulsaciones del teclado, incluso cuando se usan aplicaciones cifradas, y puede vigilar a la víctima a través de la cámara del teléfono y escuchar a través del micrófono.

Este software fue usado para propósitos como la lucha contra la delincuencia y la desarticulación de redes de abuso a menores, al igual que para detener a criminales buscados como Joaquín Guzmán Loera, más conocido como ‘El Chapo’.

“Pero, una y otra vez, Pegasus también ha sido usado de manera ilegal por gobiernos con el fin de espiar y reprimir a defensores de los derechos humanos, activistas de la democracia, periodistas y otros ciudadanos que desafían la corrupción y los abusos”.

Al enterarse de que Pegasus podía “atacar maliciosamente”, el Gobierno de Joe Biden incluyó en su lista negra a NSO Group, la compañía israelí fabricante del programa. Después, el Ministerio de Defensa israelí anunció que prohibiría la venta a naciones donde hubiese riesgo de violaciones de los derechos humanos.

A pesar de esto, el Gobierno israelí no ha ordenado finalizar el uso de Pegasus en México.

“De hecho, según esas cuatro personas, el ejército mexicano no solo es el cliente más antiguo de Pegasus, sino que también ha atacado más teléfonos móviles con ese programa malicioso que cualquier otra agencia gubernamental del mundo”, adjuntó el Times.

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Tras las revelaciones del uso de dicha herramienta contra críticos del Gobierno de AMLO, el mandatario ordenó detener las prácticas que también calificó como “ilegales”. “Pero no lo hizo”, señaló el diario.

Reveló que existen pruebas con las que se demuestra que en la segunda mitad del 2022, Pegasus se infiltró en los celulares de dos defensores de los derechos humanos de México, quienes, además, representan legalmente a las víctimas de una de las desapariciones masivas más graves de la historia de esa nación.

Se conocieron pruebas forenses de Citizen Lab (instituto de investigación con sede en la Universidad de Toronto) en las que señalan que los defensores fueron víctimas de Pegasus en distintas oportunidades durante el último año.

Solamente el ejército mexicano opera Pegasus actualmente, según las fuentes de NYT.

Sin comentarios sobre Pegasus

Respecto al tema, el Ministerio de Defensa israelí no hizo comentarios. Y la Secretaría de la Defensa Nacional mexicana no se refirió al reciente hackeo, pero apuntó que la postura del Gobierno seguía siendo que los procedimientos de recopilación de información de inteligencia no están dirigidos a invadir la vida privada de políticos, civiles, ni medios de comunicación.

De acuerdo con Citizen Lab, se trata de la segunda ola de ataques en contra de Santiago Aguirre, uno de los defensores de los derechos humanos.

El uso de Pegasus estuvo mucho tiempo rodeado de incesantes intentos para mantenerlo bajo secreto.

Tras la reunión en el club de estriptis, la comitiva de NSO Group regresó a Tel Aviv a la espera de dar el siguiente paso: firmar el contrato. Entonces fue cuando, meses después, regresaron a México para hacer demostraciones del software a cargos más poderosos.

“‘La demostración al secretario de Defensa y al presidente se hará el próximo viernes’, refiriéndose al presidente de ese momento, Felipe Calderón, y a su secretario de Defensa, Guillermo Galván Galván. Una copia del correo electrónico fue presentada en una demanda israelí por las comisiones de la venta de Pegasus a México”.

Temiendo filtraciones, el ejército hizo esperar a los ejecutivos en una habitación en la que se guardaban los artículos de limpieza para que nadie los viera antes de la presentación.

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Fuentes del medio revelaron que al realizar la prueba, la persona que inventó la arquitectura de Pegasus, Udi Doenyas, entregó un BlackBerry a Calderón y Galván, les pidió que lo utilizaran y aunque el dispositivo no mostró señales de hackeo, en una pantalla se transmitía cómo extraían los datos.

Para ese entonces el Gobierno mexicano tenía urgencia por tener tecnología que les permitiera infiltrar los BlackBerry, aparentemente uno de los dispositivos favoritos de los cárteles de droga. Aunque podían localizarlos, los delincuentes eran cautelosos y apagaban los teléfonos para evitar ser capturados.

Esto produjo una presión sobre las autoridades para mejorar sus capacidades de inteligencia y no depender tanto de Estados Unidos, por lo que tomaron la decisión de comprar el programa. En septiembre de 2011 NSO instaló Pegasus e instruyó a 30 soldados y oficiales para operar el programa.
Dicho software fue adoptado rápidamente y luego de que Enrique Peña Nieto asumiera la presidencia en 2012, otras dos agencias gubernamentales más decidieron comprar Pegasus; la oficina del fiscal general y el Cisen.

Poco a poco el programa se infiltró en teléfonos de abogados de derechos humanos, periodistas y activistas anticorrupción. Objetivo que se alejó del acuerdo con los israelíes de perseguir a criminales y responsables de terrorismo.

México ha gastado más de 60 millones de dólares en Pegasus, según funcionarios mexicanos citados por NYT.

“El ejército mexicano ha reconocido que solo tuvo Pegasus entre 2011 y 2013. Pero un grupo de expertos independientes que investigan la desaparición de 43 estudiantes que planeaban ir a una protesta afirmó que los militares tenían Pegasus cuando estos fueron secuestrados en 2014, y que estaba espiando los teléfonos de personas implicadas en el crimen durante la noche en que sucedieron los hechos”.

Al asumir como presidente de México en 2018, AMLO disolvió la policía federal y reemplazó la agencia mexicana de espionaje por una entidad nueva. Desde 2019 solo los militares han operado Pegasus, y desde entonces ha seguido siendo usado contra defensores de los derechos humanos, periodistas y políticos de oposición.