Así se lleva un duelo por perder a un familiar por el covid en tiempos de pandemia
El dolor aumenta en los seres queridos de los fallecidos, pues debido a las circunstancias, los sepelios muchas veces no permiten una última despedida.
Noticias RCN
10:35 p. m.
La tragedia de perder a un ser querido se multiplica por la obligada distancia para acompañarlo en sus últimos días, la imposibilidad de ver su cuerpo y de realizar un funeral adecuado. Por esto la reconocida médica Elsa Lucía Arango decidió crear un ritual de despedida que realiza desde su cuenta en Instagram para acompañar a miles de personas que necesitar hacer el duelo. Noticias RCN encontró a una familia que atraviesa este difícil momento.
“Lloro a cada momento, esto no se lo deseo a nadie”, señala Ana Cecilia León de Espitia, quien, en compañía de Catalina, su hija, la única que tuvo con quien fue el amor de su vida, Gregorio Espitia, afrontan el dolor de su inesperada muerte por covid.
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Él es una de las 23.478 víctimas mortales de la enfermedad en Colombia. El dolor de esta familia no cesa desde el pasado 24 de julio, cuando la llamaron desde el hospital para decirle que la enfermedad venció a su marido, fecha desde la que no ha parado de llorar.
“¡Uy no, la soledad es supremamente terrible, ya se acostumbra uno a esa persona, a mirar, a pelear, a consentir, después de tantos años!”, señala la mujer.
El 12 de agosto, Ana Cecilia León y Gregorio Espitia habrían cumplido 42 años de matrimonio. Fueron inseparables hasta cuando la complicación de una aparente gripa los obligó a pedir una ambulancia. Él se fue molesto, no quería ir al hospital pese a la tos y fiebre persistentes que resultaron ser síntomas de coronavirus.
Ni la esposa, ni la hija volvieron a verlo
“¿Lo más duro? No haber podido despedirme de él. Salió de acá bien, pero después de 20 días nos dijeron que había muerto. No pudimos visitarlo en el hospital, no pudimos verlo muerto, fue un manejo muy largo”, dice Catalina echando la mirada hacia atrás, a tantos días y semanas que han pasado entre el temor, la esperanza, la duda y finalmente el dolor por la partida de su papá.
El proceso del que habla fue tan largo que solo mes y medio después de su muerte, un día antes de esta entrevista, les entregaron las cenizas. Sin embargo, lo que hace más intenso el sufrimiento es que no pudieron estar ni un minuto junto a él durante la hospitalización.
¿Usted cree que todo esto sería distinto si le hubieran permitido estar con él?
“Claro, porque le habría podido ofrecer el amor, que estaba acompañado de la persona que estuvo tantos años con él, toda una vida con él. En las buenas y en las malas. Cuando más lo necesitaba no lo pude ver, qué tristeza”, responde con nostalgia la viuda.
Ana Cecilia León y Catalina Espitia padecen lo que miles de familias de víctimas del covid-19, un duelo incompleto.
Esta realidad llevó a la médica y autora Elsa Lucía Arango a ofrecer, con apoyo de su colega Santiago Rojas, un ritual de acompañamiento y despedida a través de una cuenta en Instagram, al que han asistido unas 40 mil personas en cuatro sesiones.
“Todo lo que uno haría en un funeral, el rato que uno va y se sienta frente al ataúd, llora y le habla, eso mismo que hablas, lo haces en el ritual que invitamos a hacer. Y lo importante es que el ser que está en el otro plano lo está escuchando y pueden sanar sus deudas, las de perdón, las de gratitud, todo aquello”, explica la doctora, reconocida por sus terapias alternativas y su forma de abordar la muerte y el duelo.
Después de ver una parte del ritual, a través del video puesto en la cuenta de la médica, Catalina y su mamá no solo se conmueven, sino que entienden la importancia de esto para quienes padecen lo mismo que ellas
“Me parece muy bonito porque muchas personas deben estar en nuestra misma circunstancia, deben sentir un dolor muy grande, que no pudieron despedirse de su ser querido, que no pudieron cerrar este ciclo, entonces eso va a ayudar de alguna manera a sanar esa herida y a rehacer su vida nuevamente”, expresa la joven.
Elsa Lucía Arango advierte también sobre el daño que puede causar un duelo incompleto, aquél en el que no hay contacto con el que muere antes de su deceso, ni funeral. Algo que han vivido miles de familias durante la pandemia.
“Imagínate que el duelo es un proceso, algo entra y tiene que ser digerido, es un trauma y lo digieres con el corazón, con los pulmones … Cada órgano maneja una emoción, por ejemplo el hígado maneja la rabia y, si no has procesado eso, te queda amargura y rabia todo el resto del tiempo”, señala.
En este proceso doloroso pero necesario también hay algo que atañe a quienes se marcharon, como Gregorio Espitia, y que no es menos importante. La médica recuerda que el duelo es un permiso que se les da para que puedan seguir su camino:
“Porque hacemos un proceso, como te digo, en el que tú puedes agradecer, perdonar, dar permiso, pedir perdón, guiar al alma que se acaba de desprender en shock, guiarla al cielo”, explica la experta.
Por ahora Ana Cecilia León se consuela con algunos de los buenos recuerdos de su esposo y con quien, sumado el tiempo de noviazgo, compartió casi 50 años. Mientras toma un libro con sopas de letras rememora cómo pasaban horas juntos llenando este pasatiempos, que tanto le gustaban a él.
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“Nos poníamos a apostar quién ganaba, y él me decía “mija así”, con gestos y movimientos de las manos replica la forma en que él le daba instrucciones para llenarlas. “Los últimos días nos la pasábamos jugando parqués, dominó, ya estaba comenzando a ponerse enfermo, muy enfermo”, recordó.
Bellos momentos que le dan pausa al dolor que aprieta su corazón, y que quizá con un duelo adecuado pronto conviertan lo que el covid se llevó en el recuerdo de un amor eterno y feliz.