La guerra por el oro afecta a miles de personas y destruye recursos naturales

Noticias RCN estuvo en uno de los operativos más grandes contra la minería ilegal en el país. Más de cien hombres de la Policía de Carabineros hicieron parte de esta gigantesca ofensiva.  Abordo de helicópteros Black Hawk se dirigieron hacia el río Atrato, en Chocó, el tercero más grande del país y uno de los afluentes más destruidos.

Apenas se acercaron a la zona fueron recibidos a piedra por los mineros. El Esmad de la Policía, que también hizo presencia, tuvo que intervenir para controlar la situación para que finalmente la fuerza pública lograra avanzar.

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En el lugar, los uniformados se percataron de la presencia de máquinas para extraer oro y comenzaron a instalar explosivos para frenar la destrucción del río y la explotación del metal. Para el director de la Unidad de Carabineros de la Policía, general Jesús Alejandro Barrera, solo el 30 % de la explotación aurífera en el país se está reportando al Ministerio de Minas.

Tristemente la historia se repite en al menos 171 municipios de seis departamentos del país, en donde la problemática que hace esta práctica aún más peligrosa, es la participación directa de grupos armados ilegales que se financian del oro. 

La disidencia de las Farc al mando de alias Iván Mordisco se disputa con el ELN los departamentos de Cauca y Nariño. El Clan del Golfo, es el que maneja el negocio ilegal en el litoral pacífico y el que controla la movilidad y rentas criminales desde Panamá hasta Ecuador.

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La 'Segunda Marquetalia' también se disputa con los hombres de alias Iván Mordisco la zona de frontera con Venezuela.

“El Clan del Golfo tiene influencia en 68 municipios del país, el ELN en 60 municipios del país y los GAO-r, en 43 municipios”, afirmó el general Barrera.

Y es que, según inteligencia, de acuerdo a los últimos operativos contra sus principales cabecillas, pudieron identificar ganancias directas de casi $1.000 millones de pesos mensuales.

Pero esta actividad además afecta al medioambiente. En algunos afluentes, como el río Atrato, se evidencia un cambio de color en sus aguas como resultado de la contaminación con metilmercurio, material utilizado para extraer oro y que, al evaporarse, alcanza la atmosfera causando graves daños ambientales, casi imposibles de recuperar.

Los operativos en las zonas críticas siguen, pero parece un problema de nunca acabar. La maquinaria vuelve y en otro punto comienzan a explotar.

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Giovanny Suárez - NoticiasRCN.com