¿De dónde salieron los casi 3 millones de votos que Petro remontó para segunda vuelta?
A voces se decía que con el paso de Rodolfo Hernández a segunda vuelta, el país estaba escogiendo entre 2 corrientes nocivas y tremendamente complejas.
06:04 a. m.
Entre la ya acostumbrada agitación permanente y desmedida, incoherencias, excesos que rayan en lo delictivo e improvisación; un viceministro de Juventudes tuiteando panfletos temerarios, una exministra de Salud que destruyó el sistema y que ahora se ofrece como redentora del mismo caos, un hermano promoviendo encuentros en las cárceles para mover votos, un hijo cuestionado por mal manejo de dineros a la campaña, doña Verónica satanizando el valor y la integridad de las mujeres periodistas, el mismo presidente llamándolas “muñecas de la mafia”, su núcleo cercano con averiguaciones por maltrato laboral y acosos, el embajador de la FAO monetizando su silencio con los impuestos de todos, en fin, cada sorpresa con la que nos inspiran diariamente, no nos ha dado tiempo, y luego de 2 tortuosos años, de pensar sin el estómago, de dónde sacó el actual presidente casi 3 millones de votos para la segunda vuelta.
En la primera vuelta el señor Gustavo Petro obtuvo 8.527.768 votos de colombianos que a las buenas o a las malas creyeron en ese proyecto político tristemente orquestado desde una administración que nunca escuchó las demandas de los colombianos. Era un momento de efervescencia al que le apuntaban a ganar incluso en primera vuelta, razón por la que inhabilitaron al bien cuestionado alcalde Daniel Quintero quien abiertamente hizo campaña, al igual que todo un sequito de financiados con presupuestos que hoy parecen demostrarse ampliamente volados.
Nadie que fuera a votar por ese proyecto iba a quedarse en su casa o irse a su finca de descanso en algo que veían como la única opción para no pasar a segunda contra alguien que pudiera interponerse en sus planes programáticos y políticos. El temor más grande era pasar contra su detractor natural más fuerte o alguien incluso más mesurado, que pudiera recibir votos de todas las vertientes en aras de no tener que repetir los desenlaces vergonzosos de Cuba, Venezuela, Nicaragua, o los intentos temporales de Argentina o Ecuador, en donde ya sabemos cómo ha sido cada resultado. Atornillados hasta con trampas abiertamente delincuenciales como acá los vecinos.
A voces se decía que con el paso de Rodolfo Hernández a segunda vuelta; y trataré de no irrespetar su memoria, el país estaba escogiendo entre 2 corrientes nocivas y tremendamente complejas. En síntesis, en la votación, los que estuvieron con Petro, estaban jugados integralmente desde el comienzo y los que optaron por la opción de Hernández venían cautivos de todas las corrientes, no por la pasión que despertaba Rodolfo, sino por el evidente temor de tener que padecer lo que hoy tenemos.
Muestra de esto fue que los votos de Federico, Fajardo y Enrique Gómez en su altísima mayoría se fueron a segunda para donde Hernández (casi 6 millones) llegando a la cifra esperada de 10.580.412 votantes. ¡Así es la democracia!
La inquietud más grande y que realmente carece de todo entendimiento es que alguien con un 47% de favorabilidad en su momento, hoy en 26%; con su grupo objetivo cautivo en su totalidad y estratégicamente sectarizado, haya pasado en menos de un mes de 8,5 millones a 11.2. ¿En dónde estaban esos casi 3 millones de colombianos que no salieron en primera vuelta? Hay más de 5.300 millones de pesos en averiguación por violación de topes en campaña, el hermano del presidente abiertamente habló de una estrategia en las cárceles “sin la que no hubieran ganado”, viendo lo de Venezuela ¿no se despiertan necesarios cuestionamientos?
Abiertamente y a través de reformas, este gobierno en 2 años solo se ha dedicado exclusivamente a buscar y gastar plata. Se les ha demostrado detrimento, excesos, incoherencias, corrupción, en fin, y ahí siguen impulsando más reformas. Está bien que la justicia es lenta y ciega, pero que no se haga la torpe frente a lo que se viene para la siguiente campaña. No hay una sensación muy democrática.