Golpe de estado contra los niños
La cuestionada reforma a la justicia, que debería estar condenando atropellos y castigando a los delincuentes con rigor, pretende modificar el artículo de castigo para los abusadores de niños.
11:27 a. m.
Entre tanto alboroto injustificado, por estar buscando golpes de estado inexistentes cada 2 días, debajo de las naguas de la confusión de algunos de sus seguidores, tristemente utilizados como carne de cañón, alborotados con los eufemismos y la belicosidad de siempre, acaba de pasar por debajo de la mesa una de las intenciones más vergonzosas y desesperanzadoras que un gobierno pueda hacer contra su niñez y su cuidado.
La cuestionada reforma a la justicia, que debería estar condenando atropellos y castigando a los delincuentes con rigor, pretende modificar el artículo de castigo para los abusadores de niños, rebajándole las penas a la mitad si muestran voluntad de preacuerdos ante la Fiscalía o ante la justicia.
El apetito delincuencial es tan enfermo y de verdad tan inquietante que por más que se pretendan entender rutas de equilibrio social, siempre terminamos sorprendiéndonos con alguna macabra propuesta para flexibilizar, no la sexualidad, sino la promoción del abuso con una presunta complicidad de quienes deberían estar castigando sin contemplaciones.
Con esta excitación vergonzosa, nauseabunda y delictiva, el numeral 7° del artículo 199 de la Ley 1098 de 2006 le otorgaría beneficios y mecanismos sustitutivos a estos delincuentes. Cito textual: “Cuando se trate de los delitos de homicidio o lesiones personales bajo modalidad dolosa, delitos contra la libertad, integridad y formación sexuales, o secuestro, cometidos contra niños, niñas y adolescentes, se aplicarán las siguientes reglas:
7. En caso de celebración de preacuerdos y negociaciones entre la fiscalía y el imputado o acusado, o de allanamiento a cargos, se concederá la mitad de la rebaja de pena prevista en los artículos 351, 352, 356-5 y 367 del Código de Procedimiento Penal".
No contentos con la monetización de la delincuencia a través de los eufemismos más inequitativos de una paz desde los abusos, dejando a artistas, deportistas, inventores y emprendedores por fuera del impulso y el respaldo del estado, ahora van por los niños, dándoles un verdadero golpe de estado a los más indefensos, presas fáciles, muchas veces de los mismos entornos vulgares y permisivos de familias sin control que hasta los prostituyen y los ferian entre abuelos, tíos, papás y primos.
Las historias más dolorosas, enfermas y criminales, de familiares y extraños, que los usan, los explotan, abusan de ellos en todas sus formas y les vulneran insaciablemente su inocencia y sus sueños, ahora a merced de mecanismos casi que de aplauso para esta vergüenza delictiva.
El mundo al revés, las fuerzas militares y de Policía sin poder intervenir, cuidar y usar la fuerza del estado en caso que se vulneren los derechos de los ciudadanos, la delincuencia monetizada, tanto por el que les paga su crimen como por un estado que les paga para no cometerlos, y ahora los niños, las victimas más vulnerables frente a cada atropello, desprotegidas desde la misma ley sin ningún tipo de pudor y vergüenza.
Ojalá la sensatez que les queda a algunos en el congreso, más que no permitir esta vergüenza, condenen y evidencien con rigor a quienes impulsan estas aberraciones sociales que matan de pleno, la labor fundamental por el cuidado irrestricto del pilar fundamental de la niñez, su desarrollo e inocencia.