James Rodríguez: ahora o nunca

James Rodríguez está ante una de las decisiones más importantes de su carrera. Después de su fatídico paso por Rayo Vallecano, el volante cucuteño y sus representantes tendrán que fijar la brújula, luego de haber cometido numerosas equivocaciones que le costaron cuatro años al capitán de la Selección Colombia. Otro paso en falso pondría en riesgo los objetivos que él mismo se ha trazado de cara al Mundial 2026.

En este momento, no hay tiempo para lamentos, pues la cita orbital está a la vuelta de la esquina y Colombia necesita asegurar su cupo cuanto antes. Rodríguez no pudo ser titular en Montevideo y estuvo a medio gas contra Ecuador. La 'tricolor' perdió ambos partidos y quedó en evidencia la dependencia que tiene del '10'. Este fenómeno ya se vio en la última Copa América.

Las últimas fechas de las Eliminatorias serán más exigentes, y James lleva un buen tiempo sin jugar a un nivel competitivo. El goleador de Brasil 2014 afrontará una batalla contra el reloj para ponerse a punto y volver a brillar a nivel de clubes, algo que no sucede desde sus comienzos en el Everton. Junior de Barranquilla parece tener la delantera en la carrera por hacerse con los servicios del zurdo.

Los pros y contras de Junior de Barranquilla

Rodríguez renunció a jugar en la élite desde 2021, cuando salió de los 'toffees'. El nortesantandereano se decantó por ligas exóticas y equipos mediocres a nivel europeo. También desaprovechó la oportunidad de dejar huella en São Paulo, un grande de Brasil. Ahora se encuentra en un punto de su carrera en el cual debe priorizar los minutos sobre el salario.

Junior lo espera con la '10' y un lugar fijo en el esquema de César Farías. Para que su hipotética etapa en el 'tiburón' sea exitosa, deberá avanzar en la Copa Sudamericana y llegar lejos a nivel local, sumando minutos valiosos en las fases finales. Eso sí, tendrá que adaptarse rápidamente a los terrenos de juego y al fútbol friccionado para evitar lesiones.

El 'Metro' también le brindará alegría y tranquilidad, sensaciones que le han sido esquivas en sus últimos clubes. Si James sonríe, la pelota también lo hará.