Sin oportunidades, ¿cómo cumplimos nuestros sueños?
Hablemos sobre las historias de vida detrás de los medallistas de los Juegos Olímpicos 2024, “¿Se imaginan lo que pasaría si nos apoyaran más?”
12:00 p. m.
Los Juegos Olímpicos 2024 finalizaron este domingo, 11 de agosto. Colombia celebró con inmensa emoción las tres medallas que ganaron Yeison López, Mari Sánchez y Tatiana Rentería, quienes además de ganar, le devolvieron la esperanza a un país donde ser deportista no es nada fácil.
Como espectador, los Juegos Olímpicos son alucinantes, ver a otras personas ser capaces de desenvolverse en cada deporte genera admiración y sorpresa ya que se necesita de mucha disciplina, fortaleza e incluso, un don para poder lograr el nivel de dificultad que cada deporte requiere.
En el caso de Colombia, nos hemos vuelto expertos en reunirnos a celebrar cuando se trata de deporte. Puede que evitemos dar la silla cuando vamos en el bus, que evitemos cruzar miradas con cualquiera que esté cerca, puede que si vemos a alguien que necesita ayuda, no nos acerquemos para preguntar qué sucede o que necesita. No obstante, si hay un partido de fútbol o un colombiano participando en algún evento deportivo, de inmediato nos volvemos mejores amigos del vecino, del de la tienda y celebramos unidos.
También está la parte de la celebración de la que nadie quiere hablar y es cuando la emoción se combina con el alcohol desencadenando una serie de eventos desafortunados en donde las cifras de riñas callejeras aumentan e incluso la de fallecidos durante estas ‘celebraciones’. La Copa América fue un gran ejemplo de ello y hay quienes creen que en los Juegos Olímpicos no sucedió lo mismo porque las medallas las obtuvimos en horas de la mañana, si no ¿habría pasado lo mismo?
La otra cara de la moneda, ¿qué hay detrás de cada deportista olímpico?
Más allá de las habilidades físicas que debe tener un deportista olímpico y que definitivamente no cualquiera las tiene ni logra obtener una medalla, increíblemente, esto no es lo más impresionante que hay en un deportista de este nivel. Al investigar sobre la vida de cada uno de ellos, hay un factor en común que logra sorprender mucho más que ganar una medalla de oro, plata o bronce.
Quienes nos han representado en los Olímpicos guardan un tesoro mucho más grande que una medalla, una historia de vida que demuestra mucho más lo campeones que son. Aunque los vemos a través de la pantalla concursando y aparentemente muy bien, nadie imagina todo lo que han pasado para llegar a este punto en donde más que cumplir un sueño propio, luchan por sacar adelante familias enteras.
Tatiana Rentería, por ejemplo, es una joven de apenas 23 años, que si bien logró a su corta edad ganar una medalla de bronce en lucha libre, al momento de pelear con su contrincante no estaba pensando en que su cara estaría en las noticias, en que sería ella quien se subiría al podio en representación de Colombia; no, Tatiana estaba pensando en su hija de 6 años que la esperaba en casa, Tatiana estaba pensando en ganar para brindarle la educación que nunca tuvo a su pequeña, las oportunidades que nunca tuvo y la calidad de vida que siempre soñó.
Fue la misma Tatiana quien al recibir su medalla reiteró lo difícil que fue salir adelante siendo una persona desplazada, tuvo que abandonar la tierra en la que había crecido, los amigos con los que siempre había jugado, todo lo que quería se quedó ahí y siendo muy pequeña salió corriendo en busca de una mejor vida.
A sus 17 años se convirtió en madre y su hija, quien hoy tiene 6 años, es su más grande inspiración para todo lo que hace. Aunque Tatiana logró llegar a los Olímpicos y superar las adversidades que la vida le había puesto, no todos tienen la misma suerte que ella, ni aquí en Colombia ni en muchas partes del mundo.
No es Colombia, al mundo le hacen falta oportunidades
A los colombianos nos han enseñado a luchar con las uñas por lo que queremos, nos han acostumbrado a regalar nuestro trabajo por pagos que no alcanzan para una calidad de vida digna, nos han hecho pensar que debemos tener muy poco para poder merecer mucho.
Cada deportista tiene una historia de vida impresionante, Yeison López, Mari Sánchez, Tatiana Rentería, más allá de ser medallistas, son personas que representan lo que sucede cuando le dan oportunidades a los jóvenes que las necesitan. Tal vez ese era el mensaje que quería dejar Tatiana cuando dijo “¿Se imaginan lo que pasaría si nos apoyaran más?”.
No solo a los deportistas deberían apoyarlos más, a los jóvenes en general, a quienes no pueden pagar una carrera profesional pero quieren estudiar, a quienes quieren trabajar pero llevan meses sin poder conseguir un empleo, a las mujeres que siendo muy jóvenes tienen hijos que las esperan en sus casas; a eso seguramente, se refería Tatiana.
En Brasil, Rebeca Andrade también hizo historia superando a Simone Biles y ganando la medalla de oro en la categoría de gimnasia al suelo, pero ¿quién es realmente Rebeca Andrade? A sus 25 años se convirtió en medalla de oro olímpica, pero antes de esto Rebeca tuvo que cuidar a sus seis hermanos, quienes junto a ella esperaban que su madre regresara del trabajo tras largas horas de trabajo. La madre de Andrade trabajó por años limpiando casas de familia intentando lograr sacar adelante a sus hijos. Rebeca siempre sintió gusto por la gimnasia y empezó desde sus cinco años a practicar el deporte, sin embargo, no fue hasta el 2009 que un entrenador la descubrió y le dio la oportunidad que años más tarde la llevaría a los Olímpicos 2024.
Rebeca, Tatiana, Yeison, Mari y todos los deportistas olímpicos han tenido la suerte de ser descubiertos, de tener una oportunidad que no desaprovecharon, pero ¿Qué pasa con quienes no son descubiertos por nadie? ¿Qué pasa con quienes no han tenido esa gran oportunidad? Siguen esperando…días, semanas, meses, tal vez años, y tal vez, nunca llegue ese día...
¿Se imaginan lo que pasaría si nos apoyaran más?
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