“Ubicábamos personas de bajos recursos y habitantes de calle pensando que nadie los reclamaría”: Audiencia de la JEP en Dabeiba desnuda los falsos positivos
Versiones estremecedoras fueron reveladas en la audiencia de Dabeiba sobre falsos positivos. Un coronel retirado aceptó crímenes horrendos a civiles.
Noticias RCN
05:11 p. m.
Una nueva audiencia de la JEP en Dabeiba estremeció al país este martes 27 de junio. Vestidos de blanco y apartados solo por unos cuantos metros y los retratos de inocentes víctimas de crímenes de Estado sobre una mesa, las madres y familiares de esos ciudadanos asesinados se pusieron frente a los victimarios de sus seres queridos.
Los relatos fueron estremecedores de lado y lado. La JEP entregó estos resultados luego de los avances en la investigación sobre los macro casos 03, de falsos positivos, y 04, que indaga por los hechos de conflicto en las regiones del Urabá antioqueño y Chocó.
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Hasta ahora la JEP encontró restos óseos de 49 personas y el presidente del tribunal, Roberto Vidal, aseguró que hay por lo menos 2 personas más que están en proceso de identificación.
Relatos estremecedores en Dabeiba
Pero lo que realmente impresionó, como ha sucedido en anteriores audiencias, fue la crudeza de los relatos de los comparecientes y victimarios. Los crímenes fueron cometidos entre 2002 y 2005. Decenas de civiles inocentes fueron asesinados para ponerlos como cifras en los informes de muertes legítimas en combate. Dabeiba era una región impactada por el conflicto interno y durísimos enfrentamientos alrededor de esa zona entre las fuerzas armadas y los diferentes frentes de la guerrilla que operaban en ambos departamentos.
El coronel retirado Efraín Enrique Prada, quien tenía para entonces un cargo de responsabilidad en la brigada que operaba en Dabeiba, tomó el micrófono y se dirigió a las víctimas en una audiencia transmitida permanentemente en directo por los medios de comunicación.
“Nosotros no éramos quiénes para quitarles la vida a esas personas. Me hago responsable por omisión y por acción. Es muy duro estar frente a las personas a las que les causamos tanto dolor; a las que les quitamos a sus hijos que ya no pueden ver a sus padres ni que estos puedan compartir una navidad, un día de la madre o los cumpleaños. Fueron víctimas ingenuas porque los engañamos. No me cansaré el resto de mi vida de pedirles perdón”, dijo con la voz quebrada.
Cuando le preguntaron al coronel retirado sobre nombres específicos de quienes le dieron órdenes para asesinar civiles inocentes, este respondió con datos exactos. “El señor coronel Amor, que era el comandante de la brigada móvil. El señor coronel Dumar, quien siendo el oficial B3, el que maneja todas las operaciones de la brigada, me presionó a aceptar los planeamientos que él hacía porque yo tenía un proceso en reclutamiento”, dijo el militar de alto rango.
En el caso del coronel Amor, este ha denunciado supuestas faltas al debido proceso de su defensa para que su versión sea tenida en cuenta con mayor detalle y evidencias en la JEP. Este medio habló con él y dijo que nunca ordenó ningún asesinato ni desapariciones en esa región y que debe haber una contrastación de las versiones por inconsistencias.
Luego, la magistrada Nadiezhda Henríquez le preguntó por los protocolos para los asesinatos a Prada. El exoficial del Ejército respondió con crudeza.
“Nos daban informes con los nombres sobre qué personas ilegales delinquen en el sector. Ahí se debía colocar con precisión quiénes fueron los muertos en combate, y cuál fue el material de guerra incautado. En el municipio de Dabeiba se le solicitaba a la Personería corroborarlo y a la Fiscalía se le informaba que había existido un combate para que ellos no subieran hacia el sitio en donde ocurrieron los hechos. Se entrenaba a las personas con una historia ficticia para que en la justicia penal militar no hubiese contradicciones. Se cumplía con todos los indicadores de las muertes en combate, pero en realidad al hacer toda la documentación se ocultaba el asesinato”, dijo el ex militar.
Prada también explicó cómo elegían a las personas que iban a asesinar y por qué razones las elegían. “Eran habitantes de calle, o drogadictos, personas vulnerables y de bajos recursos que creíamos que nadie iba a reclamar”, expresó frente a las madres y hermanos de las víctimas inocentes.
En la audiencia también tuvieron una oportunidad para dirigirse al país el ministro de Defensa, Iván Velásquez y el alto comisionado, Danilo Rueda.
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El caso de Edison Alexander Lezcano Hurtado
Otro compareciente dijo que desde que el Ejército llegó a Dabeiba se estigmatizaba a la población civil como miembros de la guerrilla. “La orden era acabar a la guerrilla costara lo que costara, al punto de que en la zona rural el que vistiera de negro o de blanco y negro era guerrillero y tenía que morirse porque no nos contaban capturas. La orden era extinguirlos, erradicarlos, asesinarlos”, dijo el ex militar.
Su declaración no se detuvo. “Quiero aclarar el caso del señor Edison Alexander Lezcano Hurtado. Nosotros irrumpimos en la vivienda del señor Lezcano, iniciamos a sacar las personas de la vivienda ilegalmente, los maltratamos de obra y de palabra, los golpeamos. Todo sucedió después de un combate con los guerrilleros de las Farc. Tras el combate quedó un subversivo e iniciamos una persecución. Avanzamos y en un momento yo perdí de vista los que nos estaban disparando, encontré una casa y solo vi el espaldar de una persona que entró a la casa. Llegue a la casa y empezamos a disparar todos a la vivienda, después sacamos a las personas ilegalmente de su vivienda. Llevamos a ese hombre, le avisé al capitán, me dio la orden y asesinamos al señor Lezcano. Sucedió el 18 de mayo de 2002”, agregó.
Su participación en la audiencia terminó con una rectificación irreparable. “Me convertí en un asesino y quiero aclarar que el señor Edison Alexander Lezcano Hurtado nunca fue un guerrillero. Han pasado más de dos décadas y ha sido imposible borrar de mi mente hechos que me han quitado el sueño”, concluyó.
Estos cuerpos fueron encontrados como NN en el cementerio Las Mercedes en Dabeiba. Allí fueron enterradas personas inocentes que fueron reportadas como bajas en combate para la guerrilla. Hasta ahora la JEP ha dado la cifra de 6.402 víctimas inocentes de falsos positivos.
Los comparecientes de alto y bajo rango pasaron uno a uno tomando el micrófono aceptando sus crímenes ante la posibilidad de una rebaja de penas y la libertad proferida por la JEP. Las lágrimas de las madres ocuparon el lugar construido de ladrillo y un piso frío en el municipio antioqueño. Otro de los militares comparecientes rompió en un llanto suave mientras reconocía ser el determinado del asesinato a Edison Alexander Lezcano.
“Yo recibí la orden del asesinato de Edison Lezcano y estoy muy arrepentido. He llevado ese caso en mi corazón y mi conciencia para siempre. No era un guerrillero”, dijo.
Del otro lado, un joven familiar de las víctimas se paró y reconoció la intención de aceptar los crímenes y contar la verdad. “Vale más una gota de verdad que un océano de mentiras”, terminó.