Colombia y Panamá acuerdan controles para el flujo de migrantes en la frontera
Ambos países buscarán en una próxima reunión que otras naciones, como Estados Unidos, se sumen a un acuerdo para el paso controlado de migrantes.
AFP
05:54 p. m.
Panamá y Colombia aplicarán un plan de flujo para facilitar el tránsito controlado por sus territorios a migrantes irregulares que buscan llegar a Estados Unidos, en un intento de atender y proteger del crimen organizado a las personas que, azotadas por la pandemia, buscan cruzar la inhóspita selva panameña.
El acuerdo, gracias al cual la semana próxima se establecerán una serie de cuotas, fue alcanzado este viernes tras una reunión entre delegaciones de ambos países en la localidad panameña de Nicanor, en la provincia selvática del Darién.
Tan solo en lo que va de año, 49.000 migrantes han cruzado la frontera entre Colombia y Panamá, la misma cantidad que los últimos cuatro años juntos, huyendo de la crisis generada por el covid-19, la pobreza y la violencia en sus países de origen.
En la reunión de este viernes participaron la vicepresidenta y canciller, Marta Lucía Ramírez, y la ministra de Relaciones Exteriores panameña, Érika Mouynes, además de ministros y altos funcionarios de seguridad.
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El lunes, otra delegación panameña viajará a Colombia "para determinar un número, una cuota de migrantes" que puedan "ser recibidos de una manera segura y ordenada por el lado panameño", señaló Mouynes tras la reunión.
"Vamos a regularizar un contingente o una cantidad diaria de personas que preferiblemente se muevan por un solo sitio, que tengan un solo lugar de llegada a Panamá", agregó Ramírez.
Incluso, ambos países estudiarán posibles alternativas de transporte para evitar que los migrantes tengan que atravesar la temida selva del Darién.
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"No queremos que estos migrantes tengan el riesgo de ahogarse ni pasar obviamente por el Darién, en donde sabemos que tienen tantos riesgos", expresó Ramírez.
Colombia y Panamá buscarán ahora en una próxima reunión regional que otros países, incluido Estados Unidos, se sumen a un acuerdo regional de cuotas que permita el paso controlado de los migrantes.
"Este es un proceso que involucra a muchos países", destacó Mouynes.
El gran flujo de personas amenaza con desbordar los centros de atención que las autoridades panameñas han instalado para brindar atención a los migrantes tras su paso por la inhóspita y peligrosa selva del Darién, convertida en un auténtico corredor para la migración irregular.
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Desde hace varias semanas, miles de migrantes, entre ellos menores de edad y mujeres embarazadas, aguardan en el puerto colombiano de Necoclí embarcaciones que los lleven hasta la frontera con Panamá para atravesar el Darién.
Este corredor selvático de 266 km entre Colombia y Panamá se ha convertido en paso obligado para la inmigración irregular que desde Sudamérica trata de llegar hasta México, Estados Unidos y Canadá.
Ambos países acordaron también facilitar la cooperación policial y judicial para evitar que las redes criminales aprovechen la migración irregular para desarrollar sus actividades.
"Nuestros dos países tienen un gran compromiso en lo humanitario, pero también son dos países que están expuestos a que todo este tráfico de personas vaya de la mano con el tráfico de drogas que ambos países queremos evitar", afirmó Ramírez.