Exclusivo: una secuencia de abusos sería el determinante de la muerte de Karen Castaño en Medellín
Dos hombres que hacían parte de su núcleo familiar habrían abusado en repetidas oportunidades de Karen y su tía.
Yhonay Díaz
06:00 a. m.
La tía de Karen Castaño conversó con NoticiasRCN.com y denunció haber sido víctima de los mismos depredadores sexuales que abusaron de su sobrina y que la llevaron a la muerte. La mujer destapó una historia repudiable, de la que fue víctima por varios años, al igual que Karen.
Hace un par de semanas, en la Clínica Medellín, mientras Karen se recuperaba de las heridas que se causó con arma blanca para quitarse la vida, pidió hablar con su tía. Aunque cuando todo esto ocurrió era una niña, sabía que ella también había sido víctima de los mismos abusadores y quiso confesarle lo que vivió desde que tenía 8 años.
Los abusos contra Karen comienzan cuando su tía decide huir de este hogar lleno de abusos, maltratos y vejámenes. Tenía tan solo 14 años. Siendo una adolescente, prefirió vivir en la calle que aguantar tocamientos indebidos, acoso y golpes. Cuando huye de este lugar, los ojos de estas personas se centran en Karen.
“Él venía tocándola y acosándola desde niña, como desde los 8 años, y ya cuando ella fue entrando a su adolescencia fue que empezó a atacarla sexualmente”.
Durante esa larga conversación en el hospital, dos semanas antes de morir, Karen le confesó quiénes fueron los hombres que abusaron de ella, sin embargo, a uno en particular lo responsabilizó de haberla destruido, y de llevarla al punto de no querer vivir, ni siquiera por su hija y el hogar que comenzaba a construir con su pareja.
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Víctimas de abusos, acoso y maltrato
En el caso de la tía de Karen su principal abusador la acosó por mucho tiempo, la tocaba y la maltrataba. “Yo primero hablé con mi familia, pero me maltrataron, me amenazaron”. Aseguró que logró huir a tiempo, pero su sobrina no lo logró.
Yo me fui por los abusos, aunque no fue igual como le pasó a Karen que fue carnal. La violaron.
Karen señaló directamente a una persona de haberla abusado sexualmente en repetidas ocasiones. De acuerdo con lo que reveló su tía, era acosada y tocada por estos dos hombres, pero uno de ellos la marcó para siempre. El mismo que incluso dormía con su hija de 3 años. Sus palabras fueron claras, se sentía una mala madre al ver que su horrible historia se podría repetir una vez más, pero no se sentía en la capacidad de acabar con esta secuencia de abusos de la que ella, su tía y al parecer otras más fueron víctimas.
El silencio de los abusos de los que fue víctima la descontrolaron y la llevaron al límite. “Ella no tuvo apoyo de nadie. Todos le dieron la espalda. Estaba acorralada”.
Esa niña perdió la vida por culpa de las mismas personas que yo pedí ayuda.
Las denuncias de Karen y su tía nunca fueron escuchadas; los abusos se hicieron parte de sus vidas, mientras que las manos de inescrupulosos profanaron sus cuerpos una y otra vez. Esta fue la razón por la que esta joven no soportó vivir y su mente débil y dañada la llevó a ponerle fin a su sufrimiento de una trágica forma.
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Una denuncia más allá de la muerte
Karen tuvo el tiempo suficiente para obligar a todos a conocer la verdad. Lo intentó en su momento, pero “nadie la escuchó, nadie la apoyó”. Tuvo el valor de escribir todo lo que había ocurrido. Desde la ansiedad, describió difícil situación y le dedicó cada una de las palabras de su carta a Gabriela su hija.
“He decidido romper silencio y hacer pública mi situación. En esta red social no lo esconderán fácil y mi hija algún día lo verá”.
Esta habría sido la forma que Karen escogió para ser escuchada, para exponer a los hombres que destruyeron su vida.
De esta historia quedan muchos cabos sueltos. Karen habría dejado pistas de las personas que la llevaron a suicidarse.
Años de abusos silenciados, plasmados en una carta que revelaron un cruel y oscuro pasado que fue confirmado por su tía, quien también fue víctima de esas mismas personas que desde hace mucho tiempo serían protegidas de su propia familia.
Tanto Karen como su tía esperan que algún día haya justicia y que estas personas paguen el daño que les hicieron:
“Dios quiera que se haga justicia, es lo único que pido”.