Los líos judiciales que rozan al Gobierno: un año de escándalos

En el tercer intento por llegar a la Presidencia de Colombia, Gustavo Petro lo logró. Con la confianza de más de 11,2 millones de personas, se convirtió en el jefe de Estado más votado en la historia política del país, bajo una premisa de cambio. Es la primera vez que la izquierda toma las riendas del país, pero con ella, en los primeros 12 meses de Gobierno, se fueron forjando complejos escándalos que han llegado a convertirse en delicados líos jurídicos.

El principal: el del hijo del presidente. Es la primera vez que un hijo de un mandatario es capturado por un escándalo tan mediático como el que protagonizó Nicolás Petro y su exesposa, Daysuris Vásquez, quienes enfrentan un proceso judicial por lavado de activos, enriquecimiento ilícito (Petro) y violación de datos personales (Vásquez). Aunque la justicia decidió continuar en la investigación con ellos en libertad, pero con ciertas restricciones, porque se encuentran bajo un proceso de colaboración con la Fiscalía, donde se revelará información de interés nacional que podría salpicar al presidente, pues se cuestiona el financiamiento de su campaña.

Este no es el único escándalo que está muy de cerca a Gustavo Petro. El caso de Laura Sarabia, su exjefe de gabinete, quien es investigada por el regreso de las chuzadas a Colombia, tras destaparse una olla en la que estarían involucradas dos colaboradoras domésticas, a quienes se les señala la responsabilidad de la pérdida de un dinero de la residencia de la mujer que se convirtió en la mano derecha del mandatario.

En paralelo, se conocieron una serie de audios del exembajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, otra de las fichas más cercanas de Petro, quien fue el hilo conductor entre Laura Sarabia y Gustavo Petro, pues ella fue por un buen tiempo, su asesora en el Congreso. Benedetti habló de 15.000 millones de pesos de la costa que habrían servido para el financiamiento de la campaña. Una situación que también está siendo investigada por la Fiscalía.

Al caso Sarabia - Benedetti se le suma el suicidio del coronel Óscar Dávila. Aunque las autoridades determinaron que se trató de una muerte autoinfligida, se desconoce cuál fue la causa, pues esto ocurrió cuando explotó el escándalo de las chuzadas.

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Asimismo, hay dos casos particulares del Gabinete de Gobierno: María Isabel Urrutia, exministra de Deporte, e Irene Vélez, exministra de Minas. Urrutia salió de la cartera y fue señalada de celebración de contratos, mientras que Vélez no solo fue objeto de críticas por sus salidas en falso en los primeros meses de Gobierno, sino que, además, está envuelta en un escándalo de presunto tráfico de influencias por la salida del país de su hijo menor de edad.

El orden de los escándalos que han salpicado directamente al Gobierno Nacional han sido descritos en esta nota están dispuestos en orden decreciente: de los hechos más recientes, a los primeros casos.

Captura de Nicolás Petro y Day Vásquez

Nicolás Petro y su exesposa fueron capturados en Barranquilla luego de que la Fiscalía hallara las pruebas suficientes para iniciar un proceso penal en su contra tras la denuncia de Daysuris Vásquez, en la que reveló que el hijo del presidente habría recibido dineros irregulares.

La Fiscalía les imputó los delitos de lavado de activos, enriquecimiento ilícito (Petro) y violación de datos personales (Vásquez). Justo cuando se solicitaría la medida de aseguramiento en centro carcelario, Petro decidió colaborar con la justicia, decisión que le permitió volver a su casa con libertad condicional, al igual que su exesposa.
La investigación continúa y en las próximas semanas podrían darse a conocer las implicaciones de los 26 nombres que reveló la Fiscalía que tendrían relación con la expareja. Además, si los dineros cuestionados entraron o no a la campaña presidencial.

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Escándalo Laura Sarabia - Armando Benedetti

La pérdida de 7.000 dólares de la residencia de la exjefe de Gabinete, Laura Sarabia, detonó un escándalo sumamente delicado: el regreso de las chuzadas a Colombia. Los teléfonos de Marelbys Meza y Fabiola Perea fueron intervenidos ilegalmente. Ellas eran las colaboradoras domésticas de la mano derecha del presidente. El caso continúa en investigación para determinar quién dio la orden de chuzar las comunicaciones de estas personas.

En medio de este escándalo, se filtraron unos audios del exembajador Armando Benedetti a Sarabia, donde hacía referencia a 15.000 millones de pesos para la campaña del presidente, dineros que él habría conseguido en la costa Caribe. El CNE y la Fiscalía adelantan las investigaciones de este caso.

María Isabel Urrutia e Irene Vélez

Dos de las ministras del Gobierno del cambio salieron de sus respectivas carteras por escándalos que tendrían relación con el poder que ejercían por sus cargos. 

María Isabel Urrutia, exministra del Deporte, fue imputada por presuntas irregularidades en contratos que firmó cuando estaba a cargo del Ministerio.

De acuerdo con los informes de las autoridades, Urrutia pidió la cancelación anticipada de más de 100 acuerdos laborales días antes de que el presidente de la República, Gustavo Petro, pidiera su renuncia ante el Ministerio. 

Lo que despertó las sospechas de la Fiscalía fue que estas personas fueron nuevamente contratadas cuatro días después de que se terminaron sus convenios, lo cual representaría un incumplimiento en las normas de contratación. 

Por otro lado, en medio de la controversia que rodeaba a la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, por las irregularidades que habría en la salida del país de su hijo menor de edad, quien, al parecer, no contaba con el permiso requerido; la funcionaria renunció a su cargo con una carta de cuatro páginas en la que hizo un balance y expuso 35 puntos de los que, según ella, fueron sus mayores logros en los 11 meses que estuvo al frente de la cartera. También expuso las razones por las cuales se fue.

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“Con profundo respeto por la institucionalidad decido apartarme del cargo de ministra para evitar que las investigaciones en mi contra interfieran con la ejecución del programa de Gobierno. Estaré presta a responder a las autoridades cuando así lo requieran”.

Además, desde que asumió su rol como jefe de la cartera de Minas, estuvo envuelta en una serie de anuncios y salidas en falso que cuestionaban el criterio de la Presidencia para haberla responsabilizado en uno de los cargos más importantes en materia energética para el país.