Luz verde para reapertura de los moteles en Cali
Las autoridades de la capital del Valle presentaron una serie de protocolos de bioseguridad, para que los clientes de las residencias puedas disfrutar de nuevo de sus servicios. Otra es la realidad en Popayán.
Noticias RCN
03:12 p. m.
El gremio de los moteles en Cali ha comenzado a ver la luz al final del túnel, o por lo menos el respiro al final de una cuarentena de cerca de cinco meses que ya tenía ahogadas sus finanzas, y que incluso había originado el cierre total de algunos de los establecimientos que prestan el servicio en la ciudad.
Son cerca de 75 establecimientos los que ultiman detalles en la capital del Valle para volver a tener el placer de abrir sus puertas a las parejas que requieren de sus servicios. Eso sí, tendrán que hacerlo bajo una estricta lista de medidas de bioseguridad dictadas por las autoridades sanitarias de Cali.
Dentro del listado de medidas dispuestas para la reapertura se encuentran que solamente se podrá dar acceso a parejas, con el objetivo de limitar el número de personas por habitación, indicación que se suma a los procesos de desinfección de manos, calzado y vehículos al ingreso a las residencias, así como la toma de temperatura y respuesta de un cuestionario de preguntas básicas a los encargados de la seguridad del lugar.
Las medidas también incluyen el cumplimiento del distanciamiento social con los trabajadores del establecimiento, y el uso de tapabocas; por lo menos en las áreas comunes.
Voceros de Asoamar, entidad que agremia a los moteles, señalan que las pérdidas para el sector durante la pandemia alcanzaron los 100.000 millones de pesos, y produjeron el cierre de 5 negocios.
“Estoy muy atenta por la reapertura”, señaló a Noticias RCN Margarita Tirado, administradora de un motel, quien se manifestó feliz por el reingreso de sus compañeros.
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El panorama no brilla para los moteles en Popayán
La realidad de los moteles en Cali contrasta con la de estos negocios en Popayán, donde el prolongado cierre de los establecimientos “del amor”, causa crisis en aproximadamente 100 familias de sus trabajadores.
Sin embargo, la solidaridad salió a relucir en época de pandemia, y uno de los propietarios de moteles en la capital del Cauca dispuso un territorio rural para crear una red solidaria que garantice la seguridad alimentaria de los trabajadores afectados.
Con ayuda del Ejército, estos trabajadores y sus familias han comenzado a desarrollar el programa Soyla, para sembrar verduras y legumbres que les permitan contar con alimentos pese a la pandemia y el cese total de la actividad de los moteles en la ciudad.
Victoria Acosta, camarera de un motel afirmó que “...hemos tenido muchas dificultades, mi marido es trabajador ambulante y él tampoco ha podido salir a trabajar, y pues hace 6 meses que no entra un peso a la casa..."
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Por el momento, la producción alimenticia del proyecto alcanza para alimentar a los interesados, pero proyectan que, en unos meses, la huerta comunitaria pueda reportar excedentes de productos que puedan ser comercializados.