El sistema pensional propuesto por Petro es muy similar al aplicado en Argentina: ¿funcionó o no?

La reforma pensional en Colombia continúa siendo el tema de la agenda nacional, no solo por su relevancia en el sistema de jubilación de los ciudadanos, sino por las preocupaciones que se han despertado sobre lo que podría pasar en medio de esta transformación con el ahorro de vida de todos los colombianos.

Ante esta incertidumbre y con la poca claridad que hay aún sobre la propuesta del presidente Gustavo Petro, se ha puesto sobre la mesa un sistema similar de pensiones, que se implementó en Argentina con la reforma en el 2008. Por lo tanto, en NoticiasRCN.com hicimos un análisis a profundidad y de la mano de un experto para conocer las similitudes con la propuesta actual del país, y tener un panorama de referencia.

¿Cómo se dio la reforma pensional en Argentina?

Argentina tenía un sistema de reparto antes de los años 90 que quebró, entonces se optó por un sistema de capitalización, que se basaba en un ahorro individual para la jubilación. Este sistema tenía dos márgenes: el 89% del aporte era utilizado para sanear las deudas de jubilaciones anteriores, y el 11% restante se destinaba directamente al fondo propio.

A pesar de las complicaciones por la deuda acumulada, el sistema logró suplirla y el método se volvió solvente, sin embargo, para el 2008 el Gobierno de la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, decidió hacer la polémica reforma pensional, donde descapitalizó los fondos privados y trasladó los recursos de estos fondos a una administración estatal.

El objetivo inicial trataba de garantizar las pensiones de casi 9.5 millones de afiliados a los fondos privados AFJP (conocidos en Argentina como Administradora de Fondos de Jubilaciones y Pensiones),

Entonces, los ahorros de los argentinos pasaron a ser parte del gasto público, no solo del fondo de jubilaciones único, sino se convirtió en el medio de financiación para cuestionables programas sociales, que le redujeron el costo al Estado.

Años más tarde, el sistema se volvió insostenible porque se agotaron los recursos de la denominada “nacionalización de los ahorros de pensiones”, y con el alto gasto público se impulsó un déficit fiscal que heredaron los siguientes mandatos.

Hoy en día, el sistema pensional de Argentina se encuentra en crisis por desfinanciación, es decir, ya no hay fondos, y esto, sumado a las presiones inflacionarias y la crisis económica del país por el incremento de la deuda externa, ha generado un colapso en el sistema de jubilación.

Al respecto, NoticiasRCN.com consultó al experto en temas de economía política internacional, Javier Garay, actual profesor e investigador de la facultad de Finanzas y Relaciones Internacionales del Externado, quien nos brindó un análisis desde el caso particular de la reforma pensional de Argentina.

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¿Podríamos usar el caso de Argentina como referencia para Colombia?

Hay unos aspectos en los que se parece la propuesta, pero hay otros en los que no. En la semejanza, cabe resaltar que la reforma en Argentina se hizo en el 2008, y en un contexto de crisis económica global. Y lo que hizo el Gobierno de Cristina Fernández fue de alguna forma satanizar a los fondos de pensiones privados, por supuestos altos cobros de comisiones y pérdidas en las que habían incurrido en sus inversiones.

Y así se ha planteado en Colombia, tanto en el contexto, como los argumentos para la reforma.

Otra semejanza es la necesidad de fortalecer el sistema estatal tanto en Argentina 2008 como en Colombia 2022, ambas se están pensando para servir como gasto de política social, y aquí hablamos específicamente de los subsidios a las personas que no alcanzan una pensión.

“¡Es un error gravísimo! Porque lo que se está haciendo es gastarse los recursos que tendrían que ser ahorrados para unos objetivos puntuales como la jubilación, en otros fines de gasto social”.

Sin embargo, aún no se ha dado claridad sobre si los recursos ya ahorrados, lo que los inversionistas llaman el stock, pasarán también al fondo estatal o se queda en los fondos privados, y lo que se va a empezar a cotizar desde la propuesta de Petro serían los ahorros de los nuevos cotizantes.

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“No es una apuesta inteligente, dada la experiencia de otros países incluida Argentina”.

Si bien la situación económica de Argentina no es derivada directamente de esa reforma pensional, si hay muchos elementos que pueden rastrearse a esa reforma del 2008, y que ha impulsado fenómenos como la inflación, la incapacidad de superación de la pobreza, problemas de inversión, etc.

De hecho, hace poco, en agosto de este año se propuso un nuevo impuesto para financiar las pensiones, porque el año pasado en un informe de un índice global de pensiones, Argentina quedó entre las peores posiciones, y el gran elemento de este resultado fue la insostenibilidad del sistema.

“Cuando se gasta el ahorro pensional en política social, no es sostenible en el tiempo”.

Incluso Jorge Llano, un economista colombiano catalogó en su momento esta reforma como “una de las expropiaciones más grandes de la historia”, y efectivamente así fue, porque trasladaron los recursos al estatal y allá se convirtió en un gasto público, ni siquiera de previsión de la pensión, sino directamente pasaron a ser la financiación de programas sociales.

Aquí hay dos elementos que podemos tomar como referencia y hacerle seguimiento: esta decisión no la tomó únicamente la presidenta en su momento Cristina Fernández, aquí participó el sistema judicial, el legislativo, fue todo un proceso de aprobación de una ley.

Aquí la preocupación debería ser que el Gobierno tiene una mayoría establecida en el Congreso de la República lo que podría agilizar este proceso.

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Y por otro lado, el manejo y la concepción que se tiene de la propiedad privada en Colombia, porque se dice que está protegido por la Constitución pero también hay muchos límites al respecto.

En Argentina cuando se hizo la reforma, inicialmente se hablaba simplemente de un proceso para estandarización de pensiones, "para salvar el sistema pensional", pero años más tarde, comienzan a trasladarse los recursos a diferentes programas sociales.

“Fue mejor dicho la feria del gasto”.

Aquí es peor porque se está diciendo desde ya, que se va a dar este gasto para subsidios pensionales.