Tras nuevas restricciones, un millón de franceses toman cita para vacunarse
Franceses decidieron vacunarse, después de que el presidente anunciara que se necesitaría un certificado de inmunización para ingresar a restaurantes y demás.
AFP
10:50 a. m.
Cerca de un millón de franceses tomaron cita para vacunarse después de que el presidente Emmanuel Macron anunciara que se exigirá un certificado de inmunización o una prueba negativa para acceder a bares, restaurantes, cines, viajar en trenes y aviones.
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Los encargados del principal sitio web para reservar las citas, mencionaron este martes que el tráfico alcanzó un máximo histórico tras el discurso televisado de Macron el lunes por la noche.
"Registramos 20.000 citas por minuto, un récord absoluto desde el inicio de la campaña, y ha continuado durante la noche y esta mañana", aseguró el director de Doctolib, Stanislas Niox-Chateau.
Un total de 926.000 personas tomaron cita el lunes por la noche, de las cuales el 65% son menores de 35 años, añadió.
Macron anunció que, a partir de agosto, cualquier persona que quiera salir a comer o beber, tomar un tren de larga distancia o hacer compras en un centro comercial, tendrá que mostrar una prueba de vacunación o un resultado negativo de la prueba de covid-19.
El comprobante también será necesario si las personas desean asistir a un festival, al cine o al teatro desde la próxima semana.
El presidente anunció sobre la vacunación obligatoria para el personal de salud, los trabajadores de residencias de ancianos y otras personas que trabajen con ciudadanos vulnerables a partir de septiembre.
Así mismo, quienes incumplan la norma "no podrán trabajar y no serán pagados", dijo el ministro de Salud, Olivier Véran.
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Macron explicó que el objetivo del gobierno era reconocer el "civismo" de los vacunados, e "imponer restricciones a los no vacunados, y no a todos".
El número de contagios ha aumentado considerablemente en Francia en las últimas semanas, hasta superar los 4.000 casos en los últimos días debido a la variante Delta, más infecciosa.
Sin embargo, las medidas provocaron fuertes críticas en las redes sociales. La palabra clave "dictadura" era tendencia en Twitter, en medio de acusaciones de que el gobierno ha impuesto la obligatoriedad de las vacunas de forma velada.
Algunos internautas se oponían alegando que con estas medidas se infringe la libertad personal de elegir si se vacunan o no, mientras que los antivacunas formularon teorías conspirativas sobre los vínculos entre el gobierno y las empresas farmacéuticas.
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Los dueños de restaurantes también tomaron los anuncios con pesimismo. "Muchos de mis clientes no están vacunados, si ahora deben hacerse una prueba y esperar 48 horas para tomarse una cerveza no vendrán", afirmó un propietario de un establecimiento parisino de comida española.
No obstante, Véran insistió en que estas medidas "no son un chantaje", pero que son necesarias para evitar un nuevo confinamiento.