Joven colombiano fue golpeado en Francia por ser gay
Winer Ramírez de 34 años relata el ataque del que fue víctima en las calles de París al defender a una mujer que era acosada por dos hombres. Esta es su historia.
Noticias RCN
10:26 a. m.
El 25 de agosto, Winer Ramírez, un colombiano de 34 años radicado en París, salía de un bar alrededor de las cinco de la mañana en compañía de un amigo. Ambos caminaban de regreso a casa por el distrito de Marais, un sector caracterizado por ser transcurrido por personas de la comunidad LGBTI.
En el trayecto, Ramírez vio que una mujer era acosada. Al evidenciar este hecho, el colombiano trató de ayudar a la joven “de unos 25 años”, que, según Winer, le suplicaba ayuda. "Ella me miró a los ojos pidiéndome auxilio", dice.
Cuando quiso intervenir, y pidió a los tres jóvenes que la dejaran tranquila, ellos lo insultaron con comentarios homofóbicos. "Mírate, eres un hombre, ¿no te da vergüenza ser un marica?" le decía uno de los agresores mientras le agarraba la barba.
Ante las agresiones que cada vez subían más de tono el colombiano respondía: “sí, soy un marica orgulloso de serlo, y no te tengo miedo". Sin embargo, los agresores respondieron con una brutal paliza.
Me tiraron al suelo y me pegaron patadas en el cuello, en la espalda. Podía sentir su rabia
Según comenta, alcanzó a perder la consciencia por unos instantes, pero lo que más lamenta, es que las personas que pasaban por el lugar no lo ayudaron. "Solo un hombre, afrodescendiente, gritó que me soltaran. Le agradecí por su solidaridad, una solidaridad racial, no de género, porque los gays que pasaron por mi lado no hicieron nada por mí", recuerda.
El joven ha ganado protagonismo en la prensa francesa con su historia y por ser un declarado militante gay y feminista. Winer colabora en una asociación llamada 'Maricolandia', un colectivo de ayuda entre migrantes latinoamericanos. "Somos sororarios y feministas, porque no nos imaginamos una lucha de 'maricas' sin las mujeres" argumentó.
El colombiano dice que estos hechos se presentan en París y en Colombia, pero que aún sigan ocurriendo evidencia lo mucho que queda por hacer. "La lucha continúa, lucharemos con lo que podamos" concluye.