¿Por qué Francisco? El significado detrás del nombre papal de Jorge Bergoglio
El papa Francisco eligió su nombre en honor a San Francisco de Asís, símbolo de humildad y servicio a los pobres, marcando un pontificado centrado en la sencillez.
Noticias RCN
08:00 a. m.
El 13 de marzo de 2013, el mundo fue testigo de un momento histórico: la elección del cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio como el nuevo papa. Pero, más allá de la sorpresa por ser el primer papa latinoamericano, una pregunta resonó: ¿por qué Francisco?
El Vaticano reveló que la elección del nombre fue un homenaje a San Francisco de Asís, venerado por su sencillez y dedicación a los pobres. Este gesto simbolizó desde el inicio el enfoque que el nuevo pontífice deseaba imprimir a su papado: una Iglesia humilde, cercana a los necesitados y comprometida con la justicia social.
Antes de su elección, Jorge Bergoglio ya era conocido en Argentina por su estilo de vida sencillo y su cercanía al pueblo. Contrario a la imagen de un alto prelado distante, Bergoglio se mezclaba con la gente común, viajaba en transporte público y visitaba las zonas más pobres de su país.
La influencia de San Francisco de Asis en el papa Francisco
Durante el cónclave que lo eligió como sucesor de Benedicto XVI, una frase del fallecido cardenal Claudio Hummes resonó en su corazón: "No te olvides de los pobres". Esta exhortación, combinada con la admiración que Bergoglio sentía por San Francisco de Asís, lo llevó a elegir el nombre que marcaría su pontificado.
Al elegir el nombre de Francisco, el nuevo Papa no solo honraba a un santo, sino que también definía el rumbo de su pontificado. Su deseo era construir una Iglesia que imitara la sencillez y el amor al prójimo de San Francisco, una Iglesia que se convirtiera en un refugio para los más vulnerables.
¿Quién fue San Francisco de Asis?
San Francisco de Asís (1182-1226) fue un influyente fraile católico italiano que fundó la Orden Franciscana. Nacido en una familia acomodada, experimentó una profunda conversión espiritual que lo llevó a renunciar a sus riquezas y a abrazar una vida de pobreza radical, siguiendo el ejemplo de Jesucristo. Dedicó su existencia a predicar el Evangelio, servir a los pobres y enfermos, y promover la paz y la armonía en el mundo. Su amor por la naturaleza y los animales es también un aspecto distintivo de su legado.
La vida de San Francisco se caracterizó por una profunda humildad y un espíritu de alegría. Su mensaje de sencillez, fraternidad y amor por toda la creación resonó profundamente en su época y continúa inspirando a millones de personas en la actualidad. Su impacto en la Iglesia Católica y en la cultura occidental es innegable, siendo reconocido como uno de los santos más venerados y queridos a lo largo de la historia.