Bajo Cauca: la ofensiva militar para recuperar el control de la zona
Noticias RCN fue testigo del riguroso proceso de entrenamiento y alistamiento de los uniformados antes del desplazamiento a la zona de operaciones.
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05:46 p. m.
El Ejército Nacional envió 400 soldados al Bajo Cauca antioqueño, con la intención de reforzar la persecución a las bandas criminales que tienen como blanco preferido a esta región paisa por su riqueza natural y por su estratégica ubicación geográfica. La ofensiva, incluye 400 uniformados adicionales para el corredor ilegal que atraviesa el norte del departamento, el Nudo del Paramillo y que conduce a Chocó, Urabá y la frontera con Panamá.
“Si nosotros logramos borrar los cultivos de coca del bajo Cauca, el panorama cambia ciento por ciento”, es la premisa y la obsesión del General Juvenal Díaz Mateus, comandante de la Séptima División, quien coordina desde febrero un ambicioso plan militar.
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La iniciativa incluyó una fase de planeación en Medellín y una segunda etapa en los Llanos de Cuivá, corregimiento de Yarumal, donde Noticias RCN fue testigo del riguroso proceso de entrenamiento y alistamiento de los uniformados antes del desplazamiento a la zona de operaciones.
La fase operativa incluye varios componentes. La Fuerza de Tarea Aquiles, con 3.928 hombres y mujeres altamente entrenados, concentra su atención en Valdivia, Cáceres, Tarazá, Caucasia, Nechí, El Bagre y Zaragoza. Al mando está el general Raúl Vargas.
“El objetivo es sacar de estas regiones a los que lideran estos factores de inestabilidad en la región. Sacarles ese cáncer para mejorar las condiciones de seguridad”, dice en tono fuerte el oficial, al referirse a alias Gonzalito, del Clan del Golfo; alias Flechas, de Los Caparros; ‘Maicol’ del ELN y a los antiguos cabecillas de las Farc ‘Cabuyo’ y ‘Leo’.
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También, desde el Gaula Militar que opera en la zona, se anunció un refuerzo en la lucha contra la extorsión, flagelo que acosa a ganaderos, comerciantes, mineros formalizados e incluso a algunos pobladores que buscan alternativas diferentes al camino ilegal.
“Que alguien le cobre $300 mil, $400 mil, un peso o dos pesos, eso se va incrementando y con eso van a buscar comprar armas, van a buscar fortalecerse, incorporar niños, jóvenes”, asegura el mayor Jhony Alexander Araújo, comandante del Gaula Militar Bajo Cauca.
También dialogamos con líderes sociales. Llegamos hasta El Alto del Mico, una zona de difícil acceso en Puerto Valdivia, donde los campesinos, de la mano del Ejército, buscan caminos de legalidad, pero reclaman una ayuda estatal integral.
“El llamado al Estado es que no nos abandonen más, porque, así como hemos erradicado [cultivos ilícitos], nos va a tocar volver a sembrar porque si no nos llegan los proyectos productivos, entonces qué vamos a hacer”, es la expresión de la lideresa social Teresa Jaramillo.
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El General Díaz Mateus, oficial de 53 años, 32 de ellos al servicio de la institución, conoce la zona y ha estado en permanente contacto con la comunidad. Asumió el mando de la Séptima División en diciembre pasado y confía en que este 2021 se produzca el quiebre, el giro, el regreso de la esperanza y de la tranquilidad, que han sido tan esquivas en esta zona antioqueña.
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