Benedetti: Aunque el macho se vista de izquierda…
Los audios de Benedetti insultando a Laura Sarabia son una prueba de lo normalizada que está la violencia machista en la política del país.
09:46 a. m.
Los escándalos de las últimas semanas han desatado una crisis sin precedentes en el actual Gobierno. Algo que puede parecer prematuro si consideramos que no ha pasado ni un año de la posesión del presidente Gustavo Petro.
Pero esta columna no es para hablar precisamente de los numerosos y evitables errores que ha cometido el Gobierno, ni de la, en mi consideración, ridícula premisa de la oposición que ha salido al paso diciendo que la elección de Petro es ilegítima. Es para poner sobre la mesa algo que parece pasar desapercibido entre los discursos de odio de Benedetti, los escandalosos audios revelados por Semana y el blanco en el que se convirtió Laura Sarabia, hasta hace poco jefe de Gabinete y mano derecha del mandatario.
Como si no se tratara de algo sumamente delicado, en las mencionadas grabaciones se escucha a Benedetti despotricar a diestra y siniestra sobre Laura y el presidente. Dice que tiene información que puede “acabar con el mundo de todos” y que tiene la capacidad de “derrumbar las torres gemelas” si lo tientan a abrir la boca.
Benedetti es un tipo desafortunado, con un lenguaje soez, errático y que apenas refleja el ego herido que tiene por, aparentemente, perder los tratos atentos de Laura (quien en el pasado hizo parte su Unidad de Trabajo Legislativo).
Pero hasta ahí, todo normal para un tipo como él. Tampoco sería la primera vez que habla más con groserías que con argumentos.
Ahora, su misoginia y machismo son otro tema. La forma en la que se dirige a Sarabia, el maltrato y los términos que la ponen como una niña que llegó a donde llegó solo por él y no por sus capacidades de trabajo. De ‘hijueputa’ no la baja, la grita, la insulta y la amenaza en reiteradas ocasiones.
El camaleónico exembajador, que ha saltado de un lado a otro en la política de este país ha sido, tal vez, una de las alianzas más desafortunadas del presidente. Con una agenda progresista y feminista, tener de su lado a tipos como este es un completo desacierto, casi un chiste.
La violencia de Benedetti no tiene límites. Dijo en entrevista con Cambio que “si la tuviera en frente (a Laura), la mata”; en los audios de Semana se le escucha echarle en cara a Sarabia que no le haga favores políticos y que no le haya dado el Ministerio del Interior o la Cancillería, que era lo que él esperaba.
A Benedetti le molesta tanto que una mujer joven esté en una posición evidentemente superior a la de él, que se sale por la vía de los insultos y las desacreditaciones. Un discurso que avergüenza y que ahora excusa bajo el argumento de un problema de ira y alcohol.
Tiene, además, el descaro de decir que “los audios revelados por Semana fueron manipulados”, para luego pedir excusas al presidente y a Laura “por la agresión y el ataque malintencionado” que, ahora resulta, no viene de su parte.
Definitivamente, Benedetti es la muestra fiel de que, aunque el macho se vista de izquierda, macho se queda. Su odio es evidente, los insultos y las humillaciones con las que trató a Sarabia también lo son.
Escándalos como estos hacen que uno se pregunte cómo llega un tipo así a una campaña progresista, cómo se gana un espacio tan importante en la confianza de un presidente que dice defender a las mujeres; porque tampoco es la primera vez que Benedetti sale con una joyita así.
En mayo de 2021, cuando era senador de la República, le dijo a Angélica Lozano en pleno debate que era “una payasa” y que nunca tenía “nada inteligente que decir, a menos de que le haya quitado una idea a alguien”.
“No me va a salir con la pendejada del machismo y todas esas pendejadas”, dijo el entonces congresista, el mismo que ahora sale con el cuento de que quieren “desprestigiar su integridad”. Usted se desprestigia solo, exembajador.
Editora de Género de NoticiasRCN.com
@humoazul_