No hubo cambio II

Petro le mintió a millones en campaña. Les incumplió. No ha sido capaz de conducir el país, ni de pasar, de los discursos grandilocuentes en un balcón a proyectos de reforma serios con sustento técnico. Aun así se atreve a convocar a sus votantes a las calles a respaldar sus iniciativas. 

El pasado 1 de mayo amenazó con que, si no pasan sus reformas en el Congreso, habrá una revolución. Lo hizo desde el balcón del palacio, frente a un grupo de personas entre funcionarios y contratistas de su gobierno, un puñado de sindicalistas y algunos transeúntes que se acercaron para escuchar con curiosidad la arenga presidencial. Gente que aun cree que él será capaz de cumplir la palabrería de campaña. ¿Cómo va a convocar a una revolución a esos colombianos indignados que le votaron y ahora se sienten decepcionados?

En la forma de relacionarse entre gobierno y políticos no hubo cambio, son los mismos con las mismas, negociando con los mismos intereses de siempre: Manosear la torta burocrática para alimentar sus estructuras políticas regionales, y en muchos casos, sus bolsillos.

Tampoco ocurrió el cambio que prometieron en la forma de invertir los recursos públicos. En sus muchas campañas despertaban la indignación de sus seguidores hablando contra el derroche de los que estaban en el poder. Criticaban que Duque envió a sus hijos en un avión de la Fuerza Aérea a Panaca, y en general, el exceso de viajes y gastos de distintos funcionarios, del Contralor y del Fiscal.

Pero se posesionaron e hicieron exactamente lo mismo. Hace unos días denunció Daniel Briceño que los viajes de Francia Márquez en helicóptero han costado casi 3 mil millones de pesos. Ha hecho 130 viajes a varios lugares en 9 meses. Es decir, un promedio de 11 millones de pesos por día teniendo en cuenta el costo por horas de vuelo. 

Podría entenderse el desplazamiento como una necesidad para la gestión de los funcionarios, pero según la misma vicepresidenta, su gobierno no ha hecho nada. En un video que se ha viralizado en redes, a la pregunta: “¿cuál es el mayor logro del gobierno hasta ahora?”, ella responde con una leve risa: “no, todavía no hemos logrado mucho, no hemos tenido avances”. 

Decían que no gobernarían con lujos, ni privilegios, ni derroche. Ya hemos visto muchos ejemplos de cómo incumplieron. ¿Con qué cara van a convocar a defender su gobierno en las calles? Qué descaro e irresponsabilidad llamar a una revolución. 

Se comprometieron a una cantidad de subsidios que no tenían justificaciones presupuestales aterrizadas dizque para acabar la pobreza. Pero ni siquiera han sido capaces de entregar a los beneficiarios, los recursos de los programas de transferencias monetarias de Prosperidad Social.

Cuatro meses frenados por completo antes de que empezaran a girar, de a goteras, subsidios como Colombia Mayor o Jóvenes en Acción, de los cuales se benefician los colombianos más vulnerables. Uno puede estar de acuerdo o no con esas transferencias, pero son cientos de miles de personas que dependen de ese ingreso como única fuente de subsistencia y han pasado muchas necesidades esperando ese apoyo. Ahora anuncian un nuevo programa que reemplaza y fortalece a Familias en Acción pero no hay claridad de la población objetivo, ni de montos, ni del trámite. 

Dijeron que el costo de vida bajaría, pero la comida y los bienes básicos están más caros que nunca, la gasolina se eleva a precios nunca vistos en nuestra historia. De hecho, el nuevo Minhacienda anunció que el precio del galón llegaría a $16 mil. Es decir, los precios de todo lo que consumimos seguirán elevándose, y la gente, cada vez más pobre.

A los más de 52 mil beneficiarios del subsidio para vivienda ‘Mi Casa Ya’ también les incumplieron los pagos, desatando una fuerte crisis en el sector.

En materia pensional Petro también rompió su palabra; en campaña prometió una renta de $500 mil pesos para 3.5 millones de adultos mayores que no reciben ningún tipo de pensión. Pero en el proyecto de reforma pensional que presentó al Congreso solo asignarán alrededor de $200 mil pesos para 2.5 millones de estos. O sea, mucho menos de la mitad de lo prometido. Petro admitió que las cuentas alegres que hizo en campaña no eran precisas, que “el cálculo se le despiporró”, tal como lo advirtió Sergio Fajardo en un debate en plena campaña presidencial.

Son años de populismo y propuestas fáciles para llegar al gobierno a darse un duro totazo con la realidad.

¿Cómo le explica Petro a sus votantes que los utilizó, les mintió y los ilusionó para ganar? ¿Con qué justificará que el cambio no era como lo pintaba? ¿Contra quién entonces va a armar Petro una revolución si él ahora es el que gobierna?

@mateocardonah
Mateo Cardona Hurtado – Activista y analista político.