Fumar encoge el cerebro y aumenta el riesgo de demencia, según estudio
Esta es una afección poco conocida entre tantas que causa fumar constantemente y aumenta con el envejecimiento.
Noticias RCN
11:00 a. m.
Fumar es un hábito que causa diferentes afecciones en el cuerpo, principalmente aumentar las posibilidades de padecer cáncer de pulmón. Adicional a ello, hay otro tipo de riesgos y uno de ellos, muy poco conocido.
Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis ha revelado que fumar encoge el cerebro y aumenta el riesgo de demencia. Los resultados, publicados en 'Biological Psychiatry: Global Open Science', proporcionan una explicación de por qué los fumadores son más propensos a experimentar deterioro cognitivo relacionado con la edad y desarrollar enfermedades como el Alzheimer.
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¿Fumar encoge el cerebro?
El estudio analizó datos de más de 40,000 participantes del UK Biobank, una base de datos biomédica que contiene información genética, de salud y de comportamiento. Se encontró que el tamaño del cerebro y el hábito de fumar son factores hereditarios, y aproximadamente la mitad del riesgo de fumar puede atribuirse a los genes.
Se estableció una relación entre el historial de tabaquismo y el volumen cerebral, así como entre el riesgo genético de fumar y el volumen cerebral. Además, se descubrió que la asociación entre fumar y el volumen cerebral dependía de la cantidad de cigarrillos consumidos: a mayor cantidad de cigarrillos al día, menor era el volumen cerebral.
La investigadora principal, Laura J. Bierut, profesora de psiquiatría de antiguos alumnos, advirtió que la reducción en el volumen cerebral es consistente con un mayor envejecimiento, lo que se vuelve relevante considerando que tanto el envejecimiento como el tabaquismo son factores de riesgo para la demencia.
Cómo reducir los riesgos de este daño
En cuanto a la reversibilidad de los daños causados por el tabaquismo, los investigadores encontraron que los cerebros de las personas que habían dejado de fumar años antes seguían siendo más pequeños que los de aquellos que nunca habían fumado. Por lo tanto, aunque no se puede deshacer el daño ya causado, dejar de fumar puede prevenir más daños al cerebro.
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El mensaje principal de este estudio es claro: el tabaquismo es un factor de riesgo modificable y dejar de fumar puede evitar el envejecimiento prematuro del cerebro y reducir el riesgo de demencia. Es importante concienciar sobre los peligros del tabaco y promover la adopción de hábitos saludables para preservar la salud cerebral.