Casa por cárcel para excomandante de Policía de Vichada por presunto acoso sexual de seis compañeras
Las patrulleras y auxiliares denunciaron a Edilberto García Gauta por, presuntamente, acosarlas y abusarlas sexualmente.
Noticias RCN
03:06 p. m.
El excomandante de la Policía de Vichada, coronel Edilberto García Gauta, fue puesto bajo medida privativa de la libertad en su lugar de residencia, debido a las denuncias en su contra por presunto abuso y acoso sexual a, al menos, seis mujeres policías.
Según denunciaron las víctimas, tres auxiliares y tres patrulleras entre los 19 y 22 años, este hombre las habría acosado e intimidado sexualmente entre noviembre del 2021 y junio del 2022.
Las investigaciones de la Fiscalía General de la Nación lograron determinar que el oficial se habría aprovechado de su rango superior, para acosar sexualmente a las mujeres de forma personal y a través de mensajes de WhatsApp, con el fin de realizar tocamientos abusivos.
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Asimismo, dos de las mujeres denunciaron que habían sido víctimas de violación por parte del excomandante en su oficina, a donde al parecer las llevaba para ejercer violencia sexual.
Al parecer, García Gauta presionaba a sus subalternas para que accedieran a vejámenes sexuales, trasladándolas a zonas de difícil acceso en Vichada e imponiéndoles jornadas de trabajo de hasta 15 horas y ejercicios extenuantes a mediodía.
La Fiscalía reveló además que, una vez este hombre se enteró de las denuncias en su contra, habría ofrecido a través de terceras personas altas sumas de dinero para que las uniformadas se retractaran de las declaraciones.
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No obstante, el ente investigador lo imputó por los delitos de acceso carnal violento agravado, acoso sexual y soborno en la actuación penal, y logró su captura en Pereira, Risaralda, en donde éste se encontraba de vacaciones.
Pruebas de la Fiscalía
Las víctimas señalaron que si no accedían a las peticiones del oficial, eran castigadas con turnos largos y bajo el rayo de sol, además aseguraron que García Gauta las enviaba a zonas apartadas del departamento, en donde los trabajos eran duros y las ponían a hacer planas hasta las 2:00 a.m.
Además, les quitaba el celular para borrar los mensajes que él mismo les enviaba, con el fin de eliminar las pruebas que lo pudieran involucrar con un caso de acoso sexual al interior de la institución.