Una década sin Gabo, el genio de las letras que puso en el mapa a Macondo
Este 17 de abril se cumplen 10 años de la muerte de Gabriel García Márquez. En Noticias RCN conmemoramos su gran legado.
Laura Alturo
08:47 a. m.
El 6 de marzo de 1927 Aracataca vio nacer al hijo que años más tarde la pondría bajo los ojos del mundo, con las letras precisas para describir su historia, su magia y su realidad.
Creció en el seno de una familia caribeña del Magdalena, sin pensar que años más tarde sería consagrado como el escritor más universal de la literatura contemporánea en lengua española, trayendo a Colombia el primer premio Nobel para su historia.
Diez años después de su muerte, Gabriel García Márquez sigue siendo uno de los más altos referentes del mundo literario. Su obra compuesta por más de 40 novelas y escritos periodísticos se ha configurado como uno de los tesoros de la cultura colombiana e hispanohablante.
La vida y obra de Gabriel García Márquez
Aunque en 1947 Gabriel García Márquez inició estudios de derecho en la Universidad Nacional de Cartagena, los abandonaría más tarde para dedicarse al periodismo y a la reportería. Sus primeros escritos fueron publicados en El Espectador y El Heraldo, en una época en la que recibió influencia de autores como Kafka, Hemingway y Virginia Woolf.
En 1955 publicó La Hojarasca, en donde por primera vez habló de Macondo y algunos de los personajes que se harían famosos por Cien años de soledad, mediante las técnicas base del realismo mágico.
Por ese mismo tiempo se fue a vivir a Europa, en donde permaneció unos años entre ciudades como Ginebra, Roma y París. Francia fue el lugar en el que se gestaron obras como El coronel no tiene quien le escriba y La mala hora.
Al regresar a América, en 1958, decidió vivir un tiempo en Venezuela, en donde trabajó como periodista y escribió Los funerales de la Mama Grande. Muchos describen su paso por Caracas como la consolidación de su madurez, pues fue un momento en el que la región atravesaba por momentos coyunturales como la caída de Rojas Pinilla en Colombia, la insurrección contra Marcos Pérez Jiménez en Venezuela y el triunfo de la Revolución Cubana, lo cual marco enormemente su estilo y pensamiento.
Después de esto, regresó a Barranquilla para casarse con el amor de su vida, Mercedes Barcha, en la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
Meses más tarde partió a Cuba, en donde conoció de cerca a Fidel Castro, por quien sentía gran admiración y con el que entabló una amistad basada en la literatura y la intelectualidad.
Posteriormente, Gabo se fue a vivir a Nueva York, en donde trabajó como corresponsal de la agencia Prensa Latina. De acuerdo con información revelada por el Washington Post, tras la muerte del nobel, el FBI mantuvo vigilado al escritor colombiano desde su llegada a Estados Unidos en 1961 y hasta 1985, al parecer por su cercanía con el líder cubano.
A pesar de ser un excelente periodista, Gabo tuvo problemas con los exiliados cubanos en Estados Unidos, por lo que renunció a la agencia y emprendió un viaje por el sur del país. Fue entonces cuando tuvo la idea de irse a vivir a México, en donde se exilió a principios de los años 80 debido a la persecución que le acarrearon sus ideas de izquierda y proximidad con Castro.
Durante su residencia alternada entre México, Cartagena, La Habana y París, García Márquez escribió El amor de los tiempos del cólera, El general en su laberinto y Doce cuentos peregrinos. Además, participó en la fundación de la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños, en Cuba.
Ya en los 90, Gabo publicó obras como Del amor y otros demonios, Noticia de un secuestro y Vivir para contarla; esta última es una autobiografía que escribió luego de ser diagnosticado con un cáncer linfático.
Cien años de soledad y el Nobel de literatura
En 1967 fue publicada la novela cúspide del colombiano y por la cual sería reconocido en 1982 con el Premio Nobel de literatura, en Estocolmo.
Cine años de soledad se convirtió en un éxito inmediato y lo llevó a vivir por varios años en Barcelona, en donde también escribió El otoño del patriarca, Relato de un náufrago e Isabel viendo llover en Macondo.
Esta novela de 20 capítulos que retrata a Macondo, sus habitantes, el desarrollo económico, político y social de un cuento, así como su decadencia, se convertiría en uno de los textos más importantes para la literatura contemporánea de Hispanoamérica y en uno de los referentes máximos del realismo mágico.
Gabo, con sus letras, logró retratar a Colombia y a América Latina a través de un pueblo inventado, en el que lo increíble de la magia y lo crudo de la realidad crearon la combinación perfecta para sumergir al lector en una experiencia única.