Persiguiendo la verdad: una persecución policial en el sur de Bogotá que dejó un muerto y varios interrogantes
Erika, la joven viuda, está dispuesta a llegar a donde sea para que le digan qué ocultó el silencio de las patrullas después del supuesto accidente en el que murió Cristian Cabanzo Payán.
Noticias RCN
09:43 p. m.
Audios que corresponden a una persecución policial en el sur de Bogotá y hacen parte de un expediente que la Fiscalía archivó en enero pasado, demostrarían que en durante un operativo pasó algo más que un accidente de tránsito, eso asegura la esposa del hombre que murió en los hechos.
Cada vez que un policía activa su radio para reportar o contestar un llamado, esa comunicación queda almacenada y deja un registro digital que se vincula al dispositivo que envía la señal y la central que lo recibe.
Y las huellas de esta historia empezaron con un radio que se activó en una esquina del suroriente de Bogotá la madrugada del 21 de febrero del 2019.
“Central D2 me retiro un momento de la 12 con sexta a llegarle a una moto porque no me hizo el pare”.
El piloto en fuga era Cristian Cabanzo Payán y el uniformado que dio la primera alerta sabía muy bien a quien estaba persiguiendo.
“Central voy bajando por la primera para llegar a la 24, primera sur, una motocicleta no me quiere parar ahí con las unidades. Central apóyame”.
¿Primera sur con 24 dice que va bajando?: Ya voy a llegar a la 30, ya voy a llegar a la 30, no me quieren parar. Ahí con cuadrantes del CAI Valvanera central cuadrante 17 – 18
¿Quién era Cristian Cabanzo Payán?
En el barrio La Gloria, en San Cristóbal Sur, vivían Erika Muñoz, Cristian Cabanzo y sus cinco hijas. Llevaban una vida modesta, pero tranquila, hasta que un día un investigador encubierto de la Policía eligió justo la casa de al lado de la familia como fachada para dar con un traficante de drogas que, según denuncias, al parecer relacionaba en sus negocios a algunos uniformados del barrio.
“Él estaba tratando de averiguar por un jíbaro que, pues era de toda la vida de ahí del barrio, que creció con mi esposo, pero obviamente él nunca tuvo nada que ver con él. El policía empezó a investigar y se dio cuenta que el acceso para llegar al jíbaro era mi esposo. Empezó a ganárselo (…) el policía se drogaba con todas las personas que había ahí, olía perico, fumaba marihuana”, relata Erika Muñoz, esposa de Cristian.
El operativo fue un éxito el traficante fue capturado, el detective se fue del barrio, pero Cristian y su familia quedaron expuestos por haber ayudado, sin saberlo, a desmantelar esa trama de drogas y corrupción.
“Julián desde que llegó al barrio Cristian consumía marihuana, ya todo el mundo consume su dosis personal, decía que no le gustaban los marihuaneros que ojalá se murieran en muchas ocasiones lo cogió de los testículos, le creó lesiones en los testículos, se lo llevaba a la UPJ, le pegaba. Pasaron muchas eventualidades que fueron muy difíciles. ¿Por qué él accede a demandarlo? porque se lo llevan para un CAI y le pegan”, señala Erika.
La persecución tuvo un final fatal
Para terminar con la inusual persecución la central de radio activó más de seis CAI distribuidos por todo el recorrido. En video quedó registrada claramente la última maniobra de Cristian Cabanzo Payán, ya con seis motos de Policía y una patrulla pegados a su rueda trasera.
“Aquí están los dos sujetos, se estrellaron contra un árbol, Necesitamos ahí la ambulancia para que vengan y los atiendan”.
Las comunicaciones oficiales terminan a las 3:30 de la mañana porque la patrulla que más insistió en esta persecución le dice a la central de radio que prefiere dar los detalles finales a través de una línea telefónica privada:
“Central me puede regalar numérico para marcarle".
Un caso con varios interrogantes
El primer interrogante que deja esta persecución es que ¿será que Cristian y su acompañante usaron esa ruta porque debido a las heridas que ya traían durante el camino, probablemente ocasionadas por los disparos que algunos dicen que escucharon, estaban tratando de encontrar ayuda en un hospital cercano? Cristian estaba tendido en el piso agonizando y el Hospital San Carlos está justo en la esquina.
La segunda pregunta surge de otro audio que también quedó registrado: “Bueno, pero confírmeme dos situaciones ¿es para propios la ambulancia o es para esos bandidos? No central, primero ubiquémosles ambulancia a los compañeros”.
Video captó la persecución de película a ladrón que acababa de cometer un robo en el sur de Bogotá
Si se estaba insistiendo en el apoyo de ambulancias para atender a los heridos de este incidente, tanto a los policías que habían caído durante la persecución como a los dos ocupantes de la motocicleta que estaban en muy malas condiciones, ¿por qué no se hizo algo para prestarles la atención inmediata sabiendo que estaban precisamente a 80 metros de distancia de la entrada principal de un centro que les podía haber salvado la vida?
“Bueno, ¿y qué se les ubicó? ¿un arma de fuego? ¿Ya lo registraron? ¿Qué tienen ? ¿Cuántos 969?
Sí, curso. Central ya lo confirmamos, está aquí el oficial de inspección, ya verificamos y le confirmamos bien la situación”.
Erika Muñoz se había quedado intranquila desde que su esposo y un amigo salieron en la moto en la madrugada, despertó y la primera llamada fue para comunicarle que Cristian estaba muerto. Con la visita del policía que llegó cuando terminó esa llamada, empezó su propia persecución hacia la verdad.
“A mí lo único que se me grabó fue cuando él me dijo: -yo no tuve nada que ver-. Y uno de los policías me dice, -no, es que él está doblando turno - (…) empecé a investigar”, dice Erika.
Las primeras respuestas esperaba encontrarlas con el amigo de Cristian que iba en la moto esa madrugada y que, según el informe de tránsito, había salido del lugar del accidente con dos heridas de bala en una rodilla y el pie derecho, y remitido al hospital que queda al final de la calle.
“Llegue a la clínica, el acompañante que estaba con mi esposo estaba con un policía que le decía que tranquilo, que nada iba a pasar, que siguiera con la versión”.
Ante la Fiscalía Novena de Vida llegaron los primeros informes. Uno firmado por los tres técnicos de la Unidad de Criminalística de Tránsito que atendieron el caso, en él se certifica que a las 4:10 de la madrugada, 40 minutos después de la escena, se activó la Unidad de Criminalística por el accidente en el que fallece una persona y otra resulta herida por el choque de una moto contra un árbol.
Describe lo que se encuentra a esa hora de la madrugada, menciona la entrevista con un herido que está en el hospital, pero de las heridas por arma de fuego no se habla.
En ese punto las dudas de Erika se vuelven más profundas. “Fui y solicité una copia del proceso, miré videos, audios y miré qué cosas había en el proceso, qué cosas había en los audios y qué no era compatible con lo que decían los policías y lo que decían los autos”.
El audio más extraño de todos es cuando la central pide que se reporte lo que pasó después del accidente: “Central me puede regalar numérico para marcarle”.
La carta del sobreviviente de la persecución
El 6 de marzo siguiente llega a la Fiscalía Novena de Vida una carta que reposa en el expediente firmada por Jefferson Caballero, el sobreviviente de la persecución. En ella asegura que teme por su vida.
“Comenzaron a perseguirnos dos policías en una moto uniformada en el barrio La Victoria, mi amigo no quiso parar ya que no tenía seguro de la moto. La persecución se extendió pasando por la calle 11 sur con carrera 10, en el barrio Ciudad Jardín ya venían más policías persiguiéndonos cuando de un momento a otro comenzaron a dispararnos y me impactaron en el pie derecho.
Seguimos andando hasta llegar al barrio San Carlos, en ese lugar vuelven a dispararnos donde impactan a Cristian en la cabeza, chocamos contra un árbol, él pierde la vida en el lugar mientras yo pierdo el conocimiento. Cuando estoy en el piso escucho a un policía decir: - ‘tranquilo, no fue con el arma de dotación’-. Me subieron a la ambulancia y un policía me obliga a hacer un video donde diga que yo ya venía herido”.
¿Inconsistencias en el informe pericial de la necropsia?
Conforme van allegando otros informes, surgen más inconsistencias. En el informe pericial de necropsia de Cristian la médico forense destaca, además de las heridas y lesiones recurrentes en un accidente de moto, dos detalles que llaman la atención en la descripción de las prendas de vestir de Cristian.
“Chaqueta adecuadamente colocado de color azul con evidencia de franjas color beige, sin evidencia de rasgaduras con presencia de manchas de sangre posterior”.
La descripción no despertaría suspicacias de no ser porque dos cosas no coinciden: la chaqueta de Cristian no es azul con franjas beige, era beige con mangas azules y a pesar de que el informe certifica que estaban sin rasgaduras, una fotografía del lugar de los hechos muestra la realidad.
“Lo que no contó la forense que hizo el proceso, Rocío, ella al señor de la funeraria le dijo que quemara las prendas de vestir de mi esposo y obviamente yo obtuve todas las prendas, tengo la chaqueta, tengo absolutamente todo que fue con lo que realmente me di cuenta de que no era como la policía estaba indicando las cosas”.
Una orden de archivo de la Fiscalía, firmada el primero de enero del 2024, llegó para Erika como un nuevo impulso en su persecución de la verdad.
“Me he esforzado, he hecho muchas cosas porque quiero justicia, porque realmente Cristian no era un mal hombre, no era un mal papá, no era un mal hijo. Lo contrario, siempre fue una gran persona y que por boca de otros o de mismos uniformados lo categoricen mal es algo que obviamente crea frustración”.
La Policía Metropolitana de Bogotá se abstuvo de participar en este especial puesto que asegura que la investigación a varios policías de este caso sigue abierta en la Procuraduría.
Erika lleva cinco años contrastando evidencias y testimonios y espera que la lucha judicial no termine y que se aclare por qué la motocicleta de Cristian salió de Los Patios con llantas nuevas y piezas modificadas o recortadas, de qué se habló entre los policías después de que prefirieron seguir las comunicaciones por líneas privadas y no por sus radios de servicio y qué fue lo que supo Cristian sobre los policías del barrio cuando el agente encubierto logró desmantelar la banda de alias Manotas.
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